Oswaldo Vera, ministro del Poder Popular para el Trabajo y la Seguridad Social |“La clase obrera venezolana muy pronto podrá gerenciar empresas”

Oswaldo Vera, actual ministro para el Trabajo y Seguridad Social de Venezuela, es un viejo luchador sindical que que considera que el ente que dirige se debe modernizar, porque en un futuro cercano la clase obrera venezolana “tendrá la capacidad de ser gerente de las empresas donde laboran”.

Este Primero de Mayo, Día del Trabajador, y ante quienes critican la vigencia o no de los sindicatos, recalcó que “la organización natural de los trabajadores es el sindicato, es el órgano rector de los trabajadores. Eso sí, hoy en día se ha democratizado la participación de los trabajadores. Ya no es el líder que quiera ser líder, sino el que reconozcan los trabajadores”.

– ¿Cómo ve el movimiento obrero en la actualidad?

– Sin ninguna duda el movimiento obrero en Venezuela se ha venido reagrupando y avanzando en su nivel de organización y de conciencia. Venimos de un movimiento obrero muy dividido que luchaba únicamente por el elemento reivindicativo, donde una cúpula sindical (CTV) decidía por ellos y entregó en muchos casos las grandes conquistas que se habían obtenido con la llamada tripartita.

– ¿La CTV negociaba?

– La cúpula de la CTV se ponía de acuerdo con la de Fedecámaras y el gobierno de turno, entregando a los trabajadores. Ese fue el movimiento que nosotros heredamos: desorganizado con una estructura influencia por el buro sindical de los partidos y sin nivel de autonomía.

– ¿Qué cambió?

– Comienza a desarrollarse un movimiento organizativo que si bien es cierto está identificado con la Revolución Bolivariana, que le ha dado los mejores beneficios, con una ley como las que nos dio el presidente Chávez, los aumentos de salarios independientemente de la crisis. Sin embargo, el actual movimiento obrero ha mantenido una independencia desde el punto de vista partidista, avanzando en los justos reclamos independientemente de quien gobierne. Se ha desarrollado un movimiento con mucha conciencia y en los últimos años da un salto vital.

SALTO VITAL

– ¿Y cuál es ese salto vital?

– El no luchar únicamente por la parte reivindicativa sino hacer suya la Ley Orgánica del Trabajo, que plantea la defensa de los derechos de los trabajadores, ahora abarca mucho más como convertir el trabajo en una fuente para garantizar los bienes y servicios del país, lo que uno consume. Segundo, cómo avanzar desde el punto de vista industrial, encontrándonos a unos trabajadores que ahora pelean por un conjunto de empresas que fueron rescatadas o creadas por el Estado venezolano. Comienza a crearse lo que denominamos el proceso social del trabajo para garantizar los bienes y servicios de toda la sociedad. El convertir el trabajo en aliciente para la organización del pueblo y la industrialización del país.

– Ejemplos hay…

– Uno es Guayana, donde en la IV República se producía materia prima para el imperio, donde el hierro y otras materias primas salían casi sin ningún proceso para allá. Hoy tenemos Alcasa, Sidatur, avances que se vienen desarrollando con propuestas de los trabajadores y la clase obrera, en general.

– ¿Falta mucho camino para que la clase obrera sea gerente de las empresas?

– Ya queda poco. ¿Estamos preparados en este momento para asumir toda la situación económica del país? No, pero realmente estamos avanzando. Primero por el nivel de conciencia. Segundo por el nivel de organización. No solo hay sindicatos y otras formas de organización tradicionales, sino que hoy existen consejos de trabajadores, consejo presidencial de la clase obrera, participación en el Congreso de la Patria con propuestas desde el punto de vista organizativo, la milicia obrera como centro de defensa de las industrias. Tenemos una superintendencia para la defensa del trabajo con supervisores que nos informan qué y cómo se produce, dónde se almacena y cómo se distribuye. Y además se está fortaleciendo la capacitación.

– ¿Hay gestoría de la clase obrera para informar al Estado?

– Si y gran parte de las denuncias de acaparamiento vienen de parte de los trabajadores. Un ejemplo, en cuanto a la práctica de saborización del arroz y que no estaba produciendo la cantidad estipulada de arroz regulado, eso lo denunciaron los trabajadores. Cuando se estaban fabricando cauchos solo para camionetas de lujo y no para vehículos populares, han sido los trabajadores quienes informaron. Cuando se ha bajado el nivel de calidad en algunos productos, son los trabajadores quienes están pendientes. Estamos combinando la lucha por las garantías y los derechos con la formación, preparación, que van a permitir en algún momento el control y manejo de las empresas.

– ¿Y cuál es su balance?

– Hay sus desaciertos pero en la mayoría de los casos existen exitosos logros, como en los casos de aceite Diana, Lácteos Los Andes, Envervidrio, que tienen una estructura gerencial que pone el Estado, pero dicha estructura trabaja de mano con los trabajadores que organizados proponen, compran, administran, planifican. Hay experiencia bastante importantes para ese gran salto de la clase obrera.

– ¿Y los gerentes de esas empresas básicas?

– La gerencia en muchos casos comienza a sentirse como trabajdor de base, porque es un trabajador. Comienza una unidad donde la gerencia y el trabajador que deben ser uno solo: el gerente debe ser una trabajador más y el trabajador debe sentirse parte de la estructura gerencial en mediana, gran o baja escala, porque comienza a proponer, planificar. Ese nivel de conciencia se está dando en las empresas recuperadas. La clase obrera comienza a criticar y señalar a esos gerentes que se comportan como un patrono más: a dar órdenes, a castigar a los trabajadores. Sin embargo, ahora esos trabajadores se dedican no solo a producir, sino también a incidir en la cadena de producción, que cuando falta una materia prima buscan alternativas para obtenerlas, comienza una interacción entres empresas para intercambiar materia prima y asi otros ejemplos. Cada día se acortan los espacios para que se cambie el aparato productivo.

– Como ministro ¿cuáles son sus objetivos?

– Son varios. Uno es la aplicación estricta de la ley, porque hay deberes y derechos que siempre defenderemos. Hay veces que se toman decisiones no en contra de los trabajadores, sino de los que no trabajan.

– ¿Funciona bien el Ministerio del trabajo?

– Siempre he sido un crítico de lo que ha sido el Ministerio del Trabajo. En la cuarta como dirigente me la pasaba en protestas. En este gobierno como diputado era uno de los que más hostigaba ciertos niveles de respuestas de este ente.

– Mucha burocracia…

– Este es uno de los ministerios más viejos junto al de salud y educación. Y existe mucha burocracia. Yo mismo he asistido con los trabajadores a diversas inspectorías donde la capacidad de respuesta es muy lenta, para que resuelvan sus problemas. Estamos trabajando para agilizar los procesos. Nos reclaman que existen un gran número de solicitudes que no tienen respuestas rápidas, tanto de los trabajadores como de las empresas. Tenemos el plan “Puesta al Día”, que consiste en atender las solicitudes pendientes y no dejar acumular nuevas. Creamos una gran ley del trabajo pero con un ministerio de viejas estructuras.

– ¿Esa modernización será en todo el país?

– Por supuesto, pero especialmente donde existe grandes empresas como Carabobo, Aragua, Miranda, Bolívar, Distrito Capital y Anzoátegui. Prueba de esos avances es que estamos inspeccionado a varias compañías desde adentro, para discutir y evaluar los reclamos laborales con los trabajadores en su sitio de trabajo.

– ¿En quér otros aspectos se trabaja?

– La segunda línea viene enmarcada en la organización de la clase obrera, ya que el ministerio asesora a los trabajadores que buscan agruparse en sindicatos, y les indican que tipo de documentación y proceso deben realizar ante el organismo. La tercera línea es sobre el apalancamiento que desde ese despacho se hace para fortalecer el proceso productivo a través de algunas herramientas como el Inces, institución que ayuda a la formación de los nuevos talentos que buscan aprender un oficio para luego aplicar sus conocimientos en las empresas públicas y privadas.

– ¿La Revolución Bolivariana ha respaldado a la clase obrera?

– Es indudable. Con la Revolución Bolivariana el progreso en la inversión social es superior a los antecesores. A parte de los grandes logros alcanzados por la LOTT, se rescató al Instituto Venezolano de Seguro Social (IVSS), además de aumentar la cantidad de pensionados que actualmente sobrepasan los tres millones de personas. Un dato importante es que hay que recordar que antes las pensiones eran solo el 30% del salario mínimo, con Chávez cambió. Ahora son un sueldo mínimo; las personas que de algún modo dejaban de cotizar y estaban en la edad de ser pensionados, se les dio la oportunidad de completar las cotizaciones para así poder comenzar el beneficio. Además, las personas que nunca tuvieron acceso al IVSS y jamás cotizaron (transportistas, amas de casas, deportistas, cultores, campesinos, pescadores), a través de la Misión Amor Mayor u otras de las tantas misiones que ha creado el Gobierno pueden obtener el beneficio de su pensión.

T/Eduardo Chapellín
F/Jonathan Manzano