Por Ana Cristina Bracho|¡Avanzar! (Opinión)

La verdad sea dicha. Cada vez que bajo la consigna de ofensiva económica el Gobierno prende los motores, la derecha empieza a amenazar. Ya sea con el desgastado discurso de Henrique Capriles o con los “estudiantes” que aparecen religiosamente en Altamira, San Cristóbal y Maracaibo. Con ellos, se prende de nuevo aquel clima grisáceo que dirige el debate nacional a la soberanía y la paz. Es precisamente a la confusión a lo que juegan cuando la Revolución avanza con sus acciones mejor planificadas.

Así las cosas, en el 2014 abrimos el año con el primer instrumento que garantizaba, con leyes y procedimientos, todos los derechos socioeconómicos como un concepto fundamental e integral sin poder sino muy entrado el año ponerse el Gobierno a crear los sistemas, reglas y procedimientos necesarios para hacerla realidad. Claro, cuando esto fue, ya había avanzado la derecha en sus acciones para la destrucción, obstrucción y paralización de la economía.

Sin embargo, se abre el 2015 con importantes avances en la materia, nucleados principalmente en la Ley Habilitante y en la reglamentación del PVJUSTO, como concepto híbrido entre el pasado PVP y el escenario de economía controlada y estable por la que se aboga en el presente.

Dicho esto, la derecha buscó el caos entretejido entre discursos contradictorios que pulsan los ánimos. Esto, amenaza a la Revolución de las dos formas en que lo hace la derecha: declarando que puede avanzar y ser cada vez más violenta y buscando, por distracción o desgaste, impedir que los cambios fundamentales se alcancen.

Así las cosas, el espíritu revolucionario e innovador es arrastrado a desear tan solo que todo sea igual o al menos no peor y la verdad es que todo escenario que no sea avanzar es peor. Tanto porque las soluciones a implementar siguen siendo las estructurales como por el hecho de que la historia suele castigar los procesos populares con la violencia de Estado bien sujeta a la complicidad internacional.

¿Podemos pensar alguna otra cosa, que es inhumano esconder leche y pañales? ¿Podemos sentir más que rabia que a quienes escogieron ser comerciantes se les tenga que obligar a comerciar? ¿en qué espacio la indignación se torna activación, contralora y productora? Así como es igualmente importante recordar que quien activa directamente contra el pueblo, en contra de la razón económica de su actividad, no sentirá temor alguno de disparar, con medidas y balas, en contra del pueblo que tanto odia.

En el pasado hemos visto eclipses ante la arremetida de la derecha pero también amaneceres. Es tiempo quizás de ser tan creativos como en el 2003 y plantearnos una misión económica. No en nombre, sino en la capacidad de dibujarse y adaptarse a la necesidad libre de las ataduras del burocratismo y la tradición.

@anicrisbracho