Yo soy uno de los que está de acuerdo con la desaparición del Cupo Electrónico representado en moneda estadounidense. Es más, estoy seguro que muchos comparten esta idea: solo nos perjudica que al salir a la calle y querer comprar equipos tecnológicos en el país, nos salgan 10 veces más costosos que traerlos de afuera.
Pongo de ejemplo mi profesión; un reportero gráfico depende netamente de su lente para captar la imagen que minutos después será noticia y que complementará la nota que redacta el periodista para el medio en que trabaja.
Una cámara sencilla está por el orden de los 2 mil a 5 mil dólares, algo imposible para adquirirla vía web ya que los cupos electrónicos solo alcanzan para una batería y una correa, en mi caso particular. Así que nos tocaría ahorrar en la famosa tarjeta “giff card” durante siete años para poder tener 2.100 dólares, sin tomar en cuenta que en ese tiempo muchos equipos estarán descontinuados y otros muchos más costosos.
Me gustaría contar con un Estado que sea capaz de corregir los errores evidentes y sancionar a los especuladores que supuestamente le temen a vocerías oficiales o eventos mediáticos en los que a posterior, se ha demostrado, todo sigue igual. El perjudicado es el pueblo trabajador y el vivo sigue viajando y haciendo negocios con el dinero de la Patria.
Me gustaría salir de compras y evidenciar que los comerciantes solo están ganando el 30% establecido en la ley, y no el “precio justo” que varió después de las inspecciones bajo la supervisión de la PNB y demás cuerpos de seguridad que se prestaron para esta burla contra el pueblo.
No solo los fotógrafos o reporteros gráficos tenemos este problema. También todas y todos las que trabajan con equipos tecnológicos que lamentablemente aún no se producen en nuestra revolución.
Una imagen vale más que mil palabras y esto lo resumo a que esa imagen tiene un valor elevado por el alto costo de un aparato que no es supervisado por nuestras instituciones y que además son vendidos a ministerios y entes gubernamentales para fortalecer sus oficinas de prensa, por empresarios que se les dio moneda estadounidense a 6,30 Bs y se los venden al Estado calculados a un sobreprecio 10 veces mayor.
No solo roban al ciudadano común, roban a quien confió en ellos para beneficiar al pueblo, roban a la Patria.
¿Entonces la culpa no es del ciego?