Ha sido un éxito político del viceministro para África Reinaldo Bolívar y de su equipo el gran acto solidario con el pueblo mártir de Libia que se realizó en el Teatro Teresa Carreño el pasado lunes.
A cuatro años de la invasión genocida de las potencias de la OTAN -mal camufladas con los falsos ropajes musulmanes de los bandidos de Al Qaeda y de otros mercenarios- ha sido el único acto público masivo de denuncia que conozca.
Muy numerosa la asistencia que desbordó la capacidad de la Sala Jose Félix Ribas con los camaradas del Frente Francisco de Miranda, disciplinados y combativos; los jóvenes estudiantes de la Universidad de la Seguridad y muchos ciudadanos progresistas y solidarios.
Muy oportuno el video del comandante Hugo Chávez leyendo la carta personal que le envió el líder Muammar Gaddafi antes de ser bestialmente asesinado por esos miserables. Emocionante la última frase de Chávez: «¡Nos daremos un abrazo grande, Gaddafi, resiste, lucha!». Ha sido Chávez el gran maestro del pueblo en la denuncia de los crimenes imperialistas y en la solidaridad activa con los pueblos agredidos. No hay duda de que el espíritu generoso de Chávez inundó la actividad.
Excelentes las palabras del embajador Afif Tajeldine y de los corresponsales de Telesur, Rolando Segura y Jordán Rodríguez. Emocionantes las declaraciones del doctor Mustafa al Zaide, quien fuera ministro de Salud de la Libia revolucionaria y hoy es uno de los dirigentes de la mayoría del pueblo en resistencia contra la OTAN y contra los terroristas que mantienen ocupado ese país árabe y africano.
Sin los misiles, drones, barcos y aviones de la OTAN hace rato que el pueblo libio hubiese expulsado a sus invasores y seguiría la senda del socialismo musulmán de Gaddafi.