Por Oliver Reina|¡Pueblo gallardo! (Opinión)

Las zancadillas que le ha colocado la derecha nacional e internacional al pueblo venezolano (sí, es al pueblo y no al presidente Nicolás Maduro, como algunos maniqueamente intentan posicionar), no han tenido punto de comparación en nuestra historia reciente, ni siquiera en los momentos más álgidos de inclemente ataque contra el comandante Hugo Chávez allá hacia el periodo 2001-2003.

Recrudecimiento de la violencia, cerco económico, contrabando de extracción, generación de malestar social, pretendida vulneración de la autoridad presidencial… un tóxico coctel que se ha servido sin piedad alguna a la sociedad, que estoicamente la ha canalizado de una manera que una vez más demuestra la madera de la que estamos hechos las venezolanas y los venezolanos y cómo sabemos hacer de los momentos difíciles, un trampolín para dar un salto adelante.

“Que no dura un mes”, “que no llega a 6 meses”, “que antes del año está fuera, ya vas a ver”, “que es imposible que llegue a dos años”… La sarta de malos deseos inconclusos pica y se extiende, mientras se van ejecutando acciones concretas que aunque incipientes aún frente a la cantidad de aspectos por revertir frente al estado de cosas generado, van dando muestras de cómo seguir dando la lucha ante las adversidades y demostrando en cuál lado se encuentran quienes colocan los intereses colectivos y en donde se ubican quienes dan prioridad a sus particulares mezquindades. Medidas tomadas en la lucha contra la corrupción, contra la incompetencia, contra la impunidad y contra la inseguridad son un buen abreboca para las acciones por venir que profundizarán en estas áreas y que atenderán otros apremiantes problemas que atraviesa la Nación, redundando en beneficio de todas y todos.

Sí, resta aún mucho por hacer para superar esa conjunción de sistemático sabotaje con mejorar aquello de la gestión pública que es sin duda perfectible, pero paso a paso se va despejando el camino. Para avanzar en él es condición indispensable que cada quien asuma la cuota de responsabilidad que le corresponde, asumiendo que el ejercicio protagónico del poder no es solo una frase sino una praxis necesaria y colectiva.

Estoy seguro de que entre todos, con cada vez mayor conciencia, no solo lograremos superar la actual coyuntura sino que nuevamente tomaremos las adversidades y las convertiremos en una oportunidad para crecer. ¡Nuestro Pueblo está hecho con las mejores fibras, que nadie lo dude!

@oliv22