Lo dijo el comandante Hugo Chávez, en su última alocución al país, el 8 de diciembre de 2012: “… No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria”. La derecha no solo se aprovecha de coyunturas, sino que las crea, para liquidar la Revolución Bolivariana, socialista y chavista.
El primer riel sobre el que descansan todos los ataques contra el pueblo es el de la “guerra económica”, sobre el que se desplaza el “desabastecimiento programado”, que deriva en ralentización, bachaqueo, contrabando de extracción, compras nerviosas, crispación social, sobreprecio y especulación, colas “para comprar lo que haya”, junto con “hiperinflación planificada” desde los laboratorios de Dólar Today, que impone un precio irracional de paridad cambiaria, con dólares que de forma irregular recogen grandes tenedores de dinero, de todos aquellos a quienes ponen a bachaquear dólares adquiridos en empresas de maletín, falsas transacciones, recompras a raspacupos y raspatarjetas, generando una espiral inflacionaria, que sí es posible detener.
El otro riel consiste en desmoralizar las cimientes de la Revolución, en sus cuadros y en la base de apoyo fundamental; es decir, en el pueblo, con una campaña de descrédito, contra el presidente Nicolás Maduro, contra el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y contra todas aquellas personas que encabezan los Poderes Públicos, funcionarios y activistas, para minar la unidad de los patriotas, atenidos a que la ligazón fundamental del pueblo con el chavismo es afectiva, más que ideológica, además de promover el cultivo egos, que puedan traicionar la Revolución.
El comandante Chávez fue dialéctico: “¡Unidad, lucha, batalla y victoria!”. Con esta consigna hecha praxis, podemos comenzar por desmontar la ideología burguesa en todas universidades; avanzar en la construcción del Estado Comunal; confiscar empresa y comercio que participe activa o pasivamente en esta guerra económica; acelerar el Plan de Recuperación Económica (PRE), con un parque agroindustrial en concordancia con el desarrollo de la empresa petrolera, que se diversifique en productos y servicios. Siempre habrá coyunturas. ¡Superémoslas!