Camarada llamarada | ¡Vencer! (Opinión)

A propósito de la Batalla de La Victoria en la que un grupo de jóvenes ofreció su vida a favor de la libertad e independencia de la Patria, dirigidos por José Félix Ribas, quien inspiró al grito de «No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencer!», parte de una gesta libertaria que corre por nuestras venas; en la actualidad, se imponen algunas reflexiones.

Por un lado, nuevos focos de manifestaciones terroristas en los estados Táchira y Sucre, lideradas por estudiantes que pareciera que no entienden que el grito de Ribas fue en nombre de la libertad y la independencia, no de las cadenas de la nueva esclavitud de la que nos hablaba Alí en una de sus canciones.

Por otro lado, los mismos imperios con sus guerras intestinas, convencionales hace 200 años, no convencionales en nuestros días, colocando sus botas sobre las conciencias dormidas de esos sectores juveniles que cometen actos terroristas y que afortunadamente son minoría.

En esta forma de guerra valen algunas reflexiones sobre un conflicto que es expresión, causa y consecuencia de la lucha de clases, y que lleva muchos años de nuestra época contemporánea:

Un estudioso de la CIA dice que en esta nueva batalla el objetivo principal es dividir la Fuerza Armada, a través de rumores que bajaran la moral y sobretodo la autoridad de algunos líderes; mientras documentos oficiales estadounidenses de seguridad nacional al mejor estilo del “gendarme necesario” incluyen a Venezuela con el mismo argumento de las sanciones. A la par, una declaración del Parlamento canadiense defiende a políticos presos, al igual que el Informe 2015 de Human Right Watch, con el que pretenden dañar a escala internacional la imagen del Gobierno Bolivariano.

Pero a esto se oponen los pueblos en Unasur, Celac y ahora los 120 miembros del Movimiento de los No Alineados (MNOAL), que abiertamente condenan las medidas «coercitivas» e «injerencistas» de Estados Unidos hacia Venezuela, con listas de sancionados y familiares, precisamente por una supuesta condena a la actuación del Estado frente a manifestaciones entre febrero y mayo de 2014.

Y sobretodo, a esa guerra insensata se opone otro sector juvenil y pueblo consciente, sin esclavismo mental, que sí levanta las banderas de Ribas y entiende que vencer es educación, vencer es salud, vencer es servicio, vencer es amor revolucionario.

T/ Carolina Escarrá