Mañana nuevamente vamos a la batalla. Otra contienda electoral que la Revolución democrática nos permite protagonizar. Días álgidos de campaña, unos 5.110 días aproximadamente que se resumen en 14 años que la Revolución ha venido haciendo un gran trabajo social para el Poder Popular, principal beneficiario de todos estos logros que en equipo hemos logrado concretar.
No tengo otra opción que elegir lógica y objetivamente a un Alcalde Metropolitano que sea sinónimo de eficiencia, eficacia y de moral, que se parezca a nuestra gente y celebre junto a los estudiantes estos logros que venimos forjando en equipo para su futuro. No podría yo, como ciudadano consciente, votar por quien en el pasado allanó la Universidad Central de Venezuela y ordenó la muerte de estudiantes que reclamaban sus derechos; no podría votar por quien despide masivamente a trabajadores que piensan distinto y mucho menos por quien se roba el dinero que destina el Estado a las y los trabajadores.
Mi voto objetivo sería entonces para un compañero, ¿Por qué? Porque no puedo llamar candidato a alguien que viene de las entrañas de nuestra ciudad, de las comunidades populares donde se planificaron los sueños que estamos haciendo realidad gracias al comandante Hugo Chávez; porque ese aspirante a un cargo de elección popular con ansias de gobernar junto al pueblo no puedo si no llamarlo compañero.
Mi compañero decide poner rodilla en tierra y decir ¡ordene! a tal misión encomendada por el pueblo; enfrentando las realidades y experiencias de los distintos municipios que conforman el Área Metropolitana de Caracas; escuchando y palpando necesidades; sintiendo la organización popular y evidenciando hasta dónde ha llegado nuestra Revolución.
Ha sido necesaria la postulación de nuestro compañero, una aspiración más que personalista ha sido colectiva; Caracas celebra la sensatez de un vencedor de la comunicación que -entre letras, libros, cámaras y luces- hoy nos regala una victoria mayor en honor al comandante Hugo Chávez.
Mañana es domingo, 8 de diciembre, se cumple un año de aquella despedida que tenemos aferrada al corazón. Día en el que el Comandante supremo vino a despedirse de su pueblo bravío y mirando a sus hombres más leales, entre ellos el compañero, dijo: “¡Patriotas de Venezuela!, mujeres y hombres rodilla en tierra”. Mañana Día Nacional de Guaicaipuro nuestro voto debe ser por los que seguimos resistiendo y teniendo Patria.