El fenómeno del “bachaquerismo” es digno de análisis serio y profundo. Qué fácil es tildar a una mujer de “bachaquera”, señalarla y culpabilizarla, sin estudiar su situación, que en la mayoría de los casos son madres e hijas que buscan el sustento de sus familias; que comercializan, truequean, intercambian los productos para obtener otros que necesitan con urgencia, como es el caso de María Teresa que se “mata” todos los días a empujones, golpes, insultos, por comprar una harina de maíz o de trigo, una margarina, un kilo de arroz o pasta, a precios “regulados”, para luego venderlos por Bs.2.000 ó 2.500 y poder adquirir un envase de leche líquida de dos litros que le cuesta mas de Bs.2.000 y poderle dar un tetero a su bebé y un vaso del líquido a los otros dos hijos, mezclada con agua del maíz sancochado que debe comprar día a día para tener algo en el estómago.
María Teresa se pregunta: “¿Bachaquera yo?”.
Y yo le contesto: Bachaqueros los que organizan, proveen y comandan grupos de personas con necesidad, a las que explotan y envilecen. Bachaqueros los que se aprovechan de la situación que vive el país para enriquecerse rápidamente, evadiendo impuestos y desviando el alimento. Bachaqueros son los que pudiendo poner orden se hacen la vista gorda y dan luz verde a la delincuencia.
En el contexto del 25 de noviembre, Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer, pido en nombre de miles de María Teresa, a las autoridades, dar solución inmediata y efectiva a la situación humillante y de violencia que vive una gran parte de la población de mujeres en nuestro país.