Personas con alto riesgo de contraer el VIH son tratadas con una pastilla llamada “Truvada”, la cual contiene una combinación de dos antirretrovirales: tenofovir y emtricitabina, que previenen la infección, pero los médicos a estas personas siempre les han recomendado que además de consumir la pastilla, usen el preservativo, pues aún no está comprobado que por si sola esta sea capaz de hacer inmune a quienes la consumen.
Este medicamento es recomendado para cierto grupo de riesgo que equivale a las personas que sus parejas son seropositivo, bisexuales y gays, pero algunos médicos tienen desconfianza del producto, y de que las personas que mantienen este tratamiento se confíen y dejen de usar el preservativo.
Aunado a esto, el alto costo de la pastilla hace que el riesgo de contagio de infecciones de transmisión sexual aumente, tanto así que Michael Weinstein, director de un grupo de activistas en Los Angeles, ha calificado la pastilla en declaraciones a The New York Times “una pastilla festiva” y considera que se trata sólo de un intento de las farmacéuticas por incrementar las ventas.
Truvada en EEUU es usada como tratamiento de prevención pero en Europa, solo como tratamiento.
El tema del VIH estos tiempos es algo preocupante, especialistas aseguran que el uso del preservativo en los jóvenes ha disminuido y con él su respeto por la incurable enfermedad. “Muchos se creen invencibles porque no vivieron los 80, cuando los vecindarios estaban llenos de esqueletos vivientes y funerales diarios”, señala uno de ellos en la prensa estadounidense.
El marido de un paciente seropositivo señaló “Con Truvada es como si me hubiese quitado un peso de encima”. “Por primera vez en toda mi vida puedo estar totalmente desinhibido e intimar con el hombre que quiero”.
Pese a todos los esfuerzos en prevención, el número de nuevas infecciones por VIH en EEUU no ha descendido y siguen registrándose unos 50.000 casos nuevos al año, por lo que muchos especialistas consideran que cualquier otra medida que se sume al preservativo como arma preventiva debería ser bienvenida y abrazada por las personas en riesgo.
Esta pastilla resulta efectiva, siempre y cuando venga acompañada del uso del preservativo, de su consumo diario y a la hora y de prácticas sexuales seguras.