Por Carlos Ortiz|¿Fue Mandela el primer presidente negro de Sudáfrica? (Opinión)

El mismo día de su muerte, la edición digital del diario francés L’Humanité publicó un artículo de Christophe Deroubaix, historiador y periodista, quien sostiene que Nelson Mandela no fue “el primer presidente negro de Sudáfrica”, sino el primer presidente democrático de esa nación.

Deroubaix señala que al enfatizar el color de piel de Madiba, la industria mediática eludió -y sigue eludiendo- el hecho de que la democracia nunca existió en Sudáfrica.

En efecto, antes de que Mandela ganara las elecciones, todos los presidentes fueron blancos porque fueron elegidos por un cuerpo electoral compuesto exclusivamente por blancos a pesar de tratarse de “un país donde los negros, mestizos e indios representan 90% de la población”, acota el autor.

Desde la lógica de este planteamiento, afirmar que Mandela fue el primer presidente democrático de su país, es una forma de recordarle al mundo que Sudáfrica vivió bajo una dictadura, una hórrida tiranía, hasta hace menos de 20 años. Y ello implica recordar que esa tiranía fue impuesta por inmigrantes europeos y sus pulcros descendientes. Es decir, el llamado mundo civilizado llevó el oprobio a un vasto territorio africano mediante un régimen criminal muy parecido al nazismo.

El artículo del que hablo se titula “Para evitar la “michaeljacksonización de Mandela”, y alerta que la tormenta mediática genera “peligrosas aproximaciones” a la figura del líder guerrillero. Mediante una serie de clichés y simplificaciones, los grandes trasnacionales de la información y sus apéndices locales tienden a banalizar a Madiba. Lo exaltan casi hasta la beatificación, pero distorsionan, diluyen u ocultan su filiación y sus convicciones políticas.

Deroubaix cita como otro ejemplo de la manipulación mediática, el intento de hacer creer que “Mandela liberó a los negros”. Al respecto, señala que no solo “los negros se liberaron a sí mismos” mediante la lucha, la resistencia, con el empuje del Congreso Nacional Africano (CNA), el partido comunista y los sindicatos.

El propio Mandela –recuerda el autor– declaró que con la victoria del CNA y el fin del apartheid se había liberado “a los blancos del peso de su opresión”. Como se ve, la industria de la prensa y la televisión ocultan que las elecciones de 1994 liberaron a toda Sudáfrica.

En su análisis, Deroubaix hace notar el caso de Barck Obama. Si se puede hablar de él como “primer presidente negro de Estados Unidos”, es porque en 1965 el Congreso aprobó un acta de derechos civiles que –por primera vez desde 1787 – le permitía votar a toda la población afrodescendiente de ese país. ¿Había democracia en EEUU antes de eso?

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