Por Walter Ortiz|¿Qué de bueno tiene el capitalismo? (Opinión)

En momentos en los que la República Bolivariana de Venezuela desarrolla una nueva campaña electoral (concretando 20 elecciones en 16 años de Revolución Bolivariana), uno observa alrededor del planeta y encuentra el mundo con las patas pa´arriba gracias al “bondadoso” capitalismo, que desde que se erigió en modelo político para la sociedad no ha hecho nada por el progreso de los pueblos, más sí por el bienestar de unos pocos en desmedro de todos.

Hay quienes lo defienden, vienen y dan charlas, dan lecciones en todas partes, hasta recetarios imponen, pero la realidad es que bien escasos en ganancias para los pueblos han resultado todos estos siglos de liberalismo político y económico aplicado con toda fuerza. Al observar una Grecia quebrada, un México entregado a las transnacionales, una España con 400 mil familias desahuciadas y mas de 24% de desempleo (50% desempleo juvenil), o Puerto Rico que hoy se ve endeudado, sin poder pagar, y maltratado por ser colonia, uno llega a preguntarse: ¿Cuál es el beneficio que trae la lógica del capital mandando en el planeta?

Y esto debe salir a la luz en este momento, cuando la oposición dibuja en el escenario de las “soluciones para Venezuela” pinceladas parecidas al shock con el cual Milton Friedman fustigó al pueblo chileno, luego del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 contra el presidente Salvador Allende.

Tal karma económico mundial, caracterizado por la globalización de la especulación, el capitalismo financiero, los precios elevados de alimentos y las guerras políticas y económicas contra quienes ostentan visiones diversas al unilateralismo estadounidense, prefiere en una lógica siniestra presentar hermosos números macroeconómicos, financieros, de inflación, entre otros, sin importar los costos sociales de estas cifras de maqueta.

Para colmo de males, la situación social de África y Medio Oriente ha generado una crisis de migración que es respondida desde la “desarrollada Europa” con ignominioso rechazo. Quienes se mataban por traer esclavos de aquellos pueblos, hoy (por razones fundamentalmente económicas) los rechazan llegando al límite de exigir muros y soluciones militares para evitar la llegada de seres humanos de Libia, Siria, Irak, entre otros países.

A sus ciudadanos se les ofreció libertad, democracia, dignidad, entre otras falacias más, en aquellos tiempos cuando viejos y nuevos imperios se abrazaron para invadir esos Estados, asesinando millones de personas, y dejando una estela de muerte que hoy produce grandes migraciones de seres humanos, cosa que pretende ahora ser colocada bajo la alfombra.

¿Será éste el modelo que nos impondrán si la oposición gana la mayoría en la Asamblea Nacional (AN) de nuestro país? ¿Cuál es la mejora que exhiben Irak, Libia y Siria, después de ser invadidos bajo cualquier tipo de excusa y oferta? ¿Qué saldo favorable puede presentar el capitalismo para el mundo, como modelo, para los pueblos, para su desarrollo pleno, para obtener su libertad, democracia y bienestar absolutos?

Probablemente los anticomunistas trasnochados respondan con silencio estas cuestiones.

walter1982@gmail.com