Es bueno manejar antecedentes históricos a los efectos de poder tener los suficientes argumentos para el debate cuando observamos –como en nuestra Patria Grande– posiciones cuya génesis no es más que la herencia de la dominación extraterritorial, en la que la realidad se desdibuja cuando lo material está por encima de lo humano.
Gran Bretaña, con sus colonialismos actuales, en espacios como las Islas Malvinas que le pertenecen a nuestra hermana Argentina, Scotland- Escocia e Irlanda, además de su histórico apoyo al Estado guerrerista de Israel, suma a Guyana.
Desde su inicio, la Guayana Inglesa, fue expresión del Reino Unido en expansión fuera de sus espacios de influencia. Frente a las necesidades del Reino de Holanda, el Reino Unido compró 20.000 millas cuadradas, que no es más que 37.000 Km2. No estando contentos con ello, comenzaron con el despojo silencioso del territorio perteneciente a la Capitanía General de Venezuela de 1777, área demarcada y debidamente Registrada en los archivos del Reino de España.
En medio de los reclamos por parte de Venezuela ante esta invasión silenciosa, se pasó por distintas etapas incluyendo el Laudo Arbitral de París en 1889, que con el posterior Acuerdo de Ginebra el 17 de febrero de 1966, firmado por el Reino Unido y la República de Venezuela, quedó anulado por haber sido arbitrario. Tres meses después, Gran Bretaña da la independencia a la Guayana Inglesa, para el nacimiento de la República Cooperativa de Guyana, el 26 de mayo de 1966.
Ahora bien, uno de nuestros hermanos menores de la Unasur, la República Cooperativa de Guyana, no está entendiendo el momento histórico que se presenta en nuestra Patria Grande, donde la dominación de los británicos por un lado y de Estados Unidos por el otro, quieren balcanizar cualquier iniciativa de integración regional, auspiciando conflictos heredados por ellos mismos.
Nuestros hermanos guyaneses dan concesiones a transnacionales para explotar nuestros recursos, olvidándose que las potencias imperialistas colonizadoras una vez que usan a sus colonias luego las desechan.
Me pregunto entonces: ¿Qué pasaría si el Gobierno Bolivariano, dirigido por nuestro Presidente Obrero, colocara una plataforma de nuestra estatal petrolera Pdvsa que explotara en conjunto con los chinos y rusos los recursos de la Zona en Reclamación, de manera tan arbitraria?