Gilberto Giménez Prieto|¿Venezuela protesta? (Opinión)

¿Protesta el pueblo venezolano contra su Gobierno? ¿Existe en Venezuela una lucha pacífica de estudiantes, brutalmente reprimida por un Gobierno que pierde legitimidad? Si nos guiamos por los medios de comunicación nacionales e internacionales, podríamos pensar que sí, e inferir que Venezuela está sumida en una profunda crisis y en un gran caos.

¿Cuál es la estrategia de una oposición que no cuenta con los votos para cambiar al Gobierno por la vía electoral, que no cuenta con el apoyo de la Fuerza Armada para dar un golpe de Estado, ni con el de los trabajadores de la industria petrolera para paralizar este sector y tampoco de los campesinos ni obreros?

Solo cuentan con los medios de comunicación. En el año 2002 se dio en nuestro país el primer golpe de Estado mediático de la historia, con militares que se manifestaron contra el Gobierno del presidente Hugo Chávez sin soldados ni armas bajo su mando, pero que sí contaban con cámaras de televisión y periodistas tarifados, con un guión para desinformar y mostrar una realidad falsa.

Su estrategia es generar disturbios en los sectores de clase media y alta, impidiendo el libre tránsito y generando un ambiente de caos. Son estas las imágenes que captan los medios y difunden al mundo, con el picante que le pone el periodista al decir: “Venezuela protesta” o “Venezuela está sumida en el caos”. También se quiere mostrar al Gobierno como brutalmente represivo. Las cámaras se enfocan en las acciones de los cuerpos de seguridad que buscan restituir el orden e impedir que se destruyan los bienes públicos, pero no muestran las instituciones del Estado atacadas, las patrullas policiales quemadas, el cierre de vías públicas, la destrucción de bienes públicos, etc. ni imágenes de la Venezuela que continúa su dinámica de trabajo.

El plan está en desarrollo. Se oyen voces internacionales que piden paz para Venezuela. Lo curioso es que no oímos estas voces denunciando la violencia generada por el golpe de Estado de abril 2002, ni por el paro petrolero, ni solidarizándose con las 14 personas asesinadas por opositores luego de las elecciones presidenciales de abril 2013. Se suma el silencio cómplice de la Iglesia venezolana, las ONG “imparciales” y los líderes “democráticos” opositores. Quien calla otorga.

La moral no puede adaptarse a intereses grupales o personales. Quien realmente apoye la democracia y la paz, debe tener claro que la única vía constitucional y democrática para cambiar al Gobierno es el Referéndum Revocatorio establecido en el Artículo 72 de la Constitución. Pero son demasiado flojos para trabajar políticamente y ganarse la voluntad del pueblo, así que se aprovechan de la crisis económica, en parte causada por ellos mismos, o de los errores que este Gobierno ha cometido y pudiera seguir cometiendo.

Este pueblo, que aprendió a creer en una democracia nacida de su participación, no debe caer en el juego de la violencia, que favorecería los objetivos de esta derecha enloquecida. Por más rabia que se sienta al ver tanto vandalismo, tanto desprecio contra los derechos ciudadanos, tanta violencia injustificada, la acción debe ser la organización y la planificación de acciones que lleven a romper el bloqueo informativo al que somos sometidos y a estar preparados para movilizarnos masiva y contundentemente, en el momento que nuestro Presidente lo solicite.

No podemos permitir que por el capricho de unos pocos, perdamos una Revolución que reivindicó a los “nadie” quienes por primera vez en 500 años, han tomado su destino en sus propias manos.

Las cartas están echadas…

gilgimenez@yahoo.es