Por Pablo Fernández B|“3-R” para vencer las “3-S” (Opinión)

Enfrentamos el continuo desafío que representa hoy hacer realidad la gran utopía humana (como decía el comandante Hugo Chávez); esa que constituye lo que hemos denominado democracia socialista, y que no es más que la búsqueda indetenible por construir una sociedad justa, digna e igualitaria para todas las personas. Esta misión nos coloca cotidianamente ante un sinfín de compromisos, que solo son posibles de alcanzar desde un profundo ejercicio creativo, dialógico, dialéctico y afinado en una mirada crítica y propositiva.

Es por ello que el llamado autocrítico que nos hiciera el comandante Chávez en el año 2008 para aplicar las 3-R (Revisión, Rectificación y Reimpulso) sigue plenamente vigente. Y si queremos ir aún a mayor profundidad, se impone retomar las 3-R al cuadrado, que fue la iniciativa de nuestro líder lanzada en octubre de 2010, cuando a las 3-R originarias les sumó “Recuperar, Repolarizar y Repolitizar”.

Por tres o por seis, cada “R” sigue teniendo un peso y valor propio en este momento de la historia; tiempo complejo, desafiante, a veces desolador, pero a la vez lleno de posibilidades para crecernos como Pueblo en medio de quienes apuestan a la desesperanza como estrategia para lograr sus oscuros objetivos y destruir todo lo alcanzado.

Ahora bien, solo es posible afrontar el trabajo de alta conciencia autocrítica si somos capaces de vencer las “3-S” que han impregnado las prácticas de muchas instituciones, organizaciones revolucionarias y la vida misma de muchos cuadros políticos.

Me refiero a las “S” de la somnolencia, que nos impide actuar con prontitud ante los problemas y nos lleva sistemáticamente a la inercia paralizante del burocratismo y la pasividad pasmosa ante las acciones estratégicas o tácticas que exige urgentemente el momento que vivimos; la “S” de la sordera, que nos hace invulnerables ante las advertencias, reclamos legítimos y propuestas originales nacidas de nuestro Pueblo o de quienes quieren aportar para enfrentar la crisis que nos embate. Y esta “S” es hija de otra aún peor: la de la soberbia. Si algo nos enseñó Chávez fue a no creernos dueños absolutos de la verdad.

El presidente Nicolás Maduro, fiel a esa convicción, lo ha reafirmado: “…la crítica y la autocrítica es el método para hacer Revolución, para consolidar fuerzas, bases, valores y perfeccionar el camino”. Dar un verdadero “golpe de timón” y retomar a fondo las “R” para vencer las “S” es hoy la tarea que nos exige la patria.

pabloefb@yahoo.com