Se monta por primera vez en Venezuela gracias a La Caja de Fósforos|“Agua a Cucharadas” se sumerge en el mundo de las adicciones

Las adicciones, en especial, por drogas y el alcohol siempre afectan a quien lo vive y su entorno familiar, laboral y de amistades. Como enfrentarlo es el reto y de eso trata “Agua a Cucharadas” de Quiara Alegría Hudes, pieza ganadora en 2012 del Premio Pulitzer y que ha sido representada con éxito en varios países.

Ahora llega a Venezuela, bajo la dirección de Eulalia Siso, para presentarse sábados y domingos a las tres de la tarde en La Caja de Fósforos, situada en la Concha Acústica de Bello Monte en Caracas.

La sinopsis de la obra nos cuenta sobre Elliot, un joven ex veterano de Irak que lucha por encontrar su sitio en el mundo. Paralelamente, en un chatroom, un grupo de adictos al crack en recuperación forjan lazos inquebrantables de solidaridad. Las conexiones entre familia y comunidad se expanden a través de los continentes y del ciberespacio colisionando en su inevitable necesidad de avanzar y dejar el pasado atrás.

Destacan las buenas actuaciones Alejandro Grossmann, Sócrates Serrano, William Cuao, Gladys Prince, Jariana Armas, Zuly Méndez y Juan Carlos Lira, quienes logran conectar rápidamente sus personajes con el público.

Es la primera dirección para la actriz Eulalia Siso: “La vida en soledad es devastadora. Por eso la necesidad de compartir con nuestros afectos es lo que nos mueve. Sin la gente que nos rodea, sin tus amigos, tu familia, la gente que tú has escogido para que te acompañe en la vida, ésta se hace muy dura”.

La historia le encantó de un principio y “además como actor cuando te dirigen, dentro de mi cabeza, me he dicho ‘esto lo haría asi o lo montaría de este modo’. Me encantó esta obra porque los personajes los leía con facilidad, eran cercanos, entendibles, muy contemporáneos.

CONECTARSE

William Cuao interpreta a Ludo, quien tiene ya unos años sin consumir crack: “Todos tenemos alguien en un momento de nuestra vida que se convirtió y se esfumó de este plano donde estamos hablando. Generalmente pasa por carencias interiores, afectivas. Considero que la vida es mucho más fuerte que ver una actuación, por eso me gusta más crear a partir de los seres humanos. Me conecté por un señor que conozco desde hace tiempo y vivió este problema. Emprecé a construir mi personaje a partir de él y absorver su energía”.

Considera Cuao que las obras que están conectadas con temas reales, “es encontrarnos con el ser humano y un poco dejar el artificio actoral de un Hamlet, Otelo. Es desmontar el artificio y conectarnos con el ser sin el adorno y trabajar desde la sencillez, quitar el teatro, ya que es enriquecedor”.

Zuly Méndez le da vida a Orangután: “Me atrapó muchísimo el personaje porque todos hemos vivido una experiencia cercana a las adicciones, conoces a personas que quieres mucho y que han pasado por este tipo de situación. Es acercarbos s este mundo. Orangután aparte de la adicción al crack, tiene una carencia por ser una chica adoptada y hasta se enamora vía Cyberg. Eso sí, conmigo las citas a ciegas no funcionan (risas). Este tipo de tema te acerca más a los espectadores. Y en esta pieza mucha gente se sentirá tocada”.

El histrión Juan Carlos Lira, quien realiza dos personajes, resaltó: “Hay personas que se hunden en este abismo, muchas veces por deconocimiento. Y el teatro pude ser una ventana para que conozcamos estas historias y nos identifiquemos con el problema”.

A Sócrates Serrano lo atrapó el personaje porque perdió un amigo por una adicción “y para mi ha sido un proceso intenso hacer contacto con todo esto, porque vi como mi amigo se iba desvaneciendo, perdiendo su sentido de responsabilidad, de conexión con la vida. Sin embargo, lo intesante de esta pieza es que se mete en profundidad con el tema, pero al final nos da un mensaje de esperanza, partiendo de tocar fondo y entender la dinámica de estos personajes que están sumamente solos”.

Considera que otro aliciente en la obra es la utilización de las redes como medio de comunicación entre los personajes: “Hay evidencia mundiales de que efectivamente los portales de autoayuda funcionan si son usados de manera inteligente y adecuada como en este caso. Hay sistemas de terapias, de rehabilitación que funcionan asi si son bien canalizados y las personas que participan asumen su proceso de recuperación”.

La producción audiovisual y musicalización de esta obra está a cargo de Carlos Noblot y Melahny Paiva, la escenografía es de Luis Campos, pintura escénica de Luis Villegas “Spinetta”, vestuario de Joaquín Nandéz, iluminación de Gerónimo Reyes y asistencia de dirección de Sareni Siplenko.

T/Eduardo Chapellín
F/Jonathan Manzano
Caracas