A sus 82 años el antropólogo Jesús Sanoja ha publicado un sinfín de ensayos y trabajos de investigación, muchos de los cuales tienen como tema central el socialismo bolivariano. Sanoja, quien es Premio Nacional de Cultura, individuo de número de la Academia Nacional de la Historia y merecedor de la Orden Nacional del Mérito al Trabajo ha desarrollado varias de sus investigaciones en contacto directo con las comunidades.
Se suscribió a la Juventud Comunista desde los 11 años “y nunca he dejado de creer en mis ideales”, sentenció firmemente al Correo del Orinoco, En la actualidad es uno de los convocados para crear y organizar el Consejo Mayor de la Cultura, una iniciativa impulsada por el actual ministro para la Cultura, Freddy Ñáñez.
El antropólogo refirió que en el año 2000 se reunió con un grupo de intelectuales de izquierda, organizados por cuenta propia, para hacer propuestas sobre las líneas que deberían seguir las políticas culturales del entonces reciente presidente Hugo Chávez.
PLAN SIMÓN RODRÍGUEZ
El Plan Simón Rodríguez 2000, producto de largas discusiones, no llegó a manos del comandante eterno. Según Sanoja, el secretario de la presidencia de entonces, Alfredo Peña, fue quien lo impidió, y además “se las arregló para que Chávez no tomara en cuenta algunos planteamientos que le hicimos durante una reunión en Miraflores”.
Entre las sugerencias contenidas en el programa planteaban que no era necesaria la creación de un ministerio para la Cultura enfocado en el ámbito artístico. “Eso era crear más burocracias y para eso estaba el Conac”, argumentó
Por el contrario, los intelectuales proponían incluir un enfoque cultural en todos los programas de Estado, entendiendo la cultura “como la forma en que vive el venezolano y dentro de esa manera hay muchas dimensiones, una de las cuales es el arte, pero junto a muchas otras”, puntualiza.
En todo caso, apuntaban a la necesidad de crear, para comenzar, una especie de coordinación cultural que trabajase sobre las distintas facetas de la cultura vinculadas con la acción de cada ministerio, “porque cada uno de ellos, desde este punto de vista, tiene una función cultural”, insistió.
En el contexto actual Sanoja no propone prescindir ni trasformar el Ministerio para la Cultura. No obstante, mantiene su opinión de que el Estado Mayor de Cultura no debería estar vinculado exclusivamente con esta cartera. Por el contrario, en su opinión, la entidad debería asesorar y diseñar planes y programas para orientar toda la acción del Ejecutivo relativa a la cultura venezolana, en el sentido más amplio del término.
SENTIMIENTOS ENCONTRADOS
–¿Qué expectativas tiene usted con respecto al Estado Mayor de Cultura?
–Tengo sentimientos mezclados. Hasta ahora he estado en dos reuniones y todavía, como dijo Lilia Vera, que estuvo en el encuentro anterior, la cultura adeca no ha dejado de estar gravitando en la vida venezolana, y sobre eso hemos escrito mucho mi esposa (Iraida Vargas) y yo. Es una visión de la cultura limitada a las artes.
–¿Cómo cree que debería funcionar esta entidad propuesta por el Ministro para la Cultura?
–Debería ser el ente rector de cultura a escala nacional en el sentido de estructurar y darle coherencia a todos los proyectos del Estado venezolano en términos de cultura, entendiendo esta como la manera de vivir de los venezolanos en los distintos ámbitos y no limitarlo al Ministerio para la Cultura que está diseñado para atender los asuntos relacionados con el arte nada más. Claro, sería necesario crear un proyecto cultural de Estado primero, para saber dónde encajaría el Ministerio para la Cultura, con las funciones que tiene ahora.
–¿Eso no crearía más burocracia?
–No, el Estado Mayor es un grupo de personas que se ha seleccionado porque se supone que sabemos de cultura, tenemos mayor experiencia. La tarea de esta entidad sería asesorar proyectos concretos y, por qué no, crearlos
UN VENTE TÚ
–Visto así, ¿qué cree necesario hacer para que comience a funcionar?
–Habría que entender que el Estado tiene una función que cumplir en el campo de la cultura venezolana, con planes relacionados con la cultura venezolana en el amplio sentido. Y antes que nada debemos definir bien qué es este Estado Mayor y para qué debe servir; no puede ser un “vente tú” para reunirnos. Conozco a muchos de los convocados, pero no pensamos igual.
–¿Eso no garantiza la pluralidad?
–Es que no se trata de pensar distinto, se trata de tener una concepción similar de la cultura, sino no funciona. Mucha gente que está ahí cree que esto se trata de que le den dinero para algún proyecto. Y lo dicen: “No me han dado para tal cosa”, “a mí me quitaron dinero para aquello”, y eso es cultura… pero adeca. Para eso no debe ser el Estado Mayor de Cultura. El problema es que mucha de la gente que está ahí convocada cree que hay que reformar solo la cultura artística, más nada, y debería abordarse la cultura en todos los ámbitos. Una cosa es la política cultural de Estado y otra el Ministerio para la Cultura, en mi opinión.
–Esos convocados son personas que están involucradas en algunos proyectos y probablemente tienen sus propios clamores en ese sentido.
–Justamente, este no debería ser el espacio para eso y mucho menos ahora. Una de las causas por las cuales hemos llegado a esta situación de crisis es porque ha habido una separación en la labor del Estado venezolano en las distintas misiones y la cultura, separando lo que no puede ser separado. Si tú construyes viviendas no puedes separar eso de la cultura venezolana. Si tú vas a enfocar el problema del trabajo no lo puedes separar de la cultura. La cultura está inmersa en todos los ámbitos de la vida venezolana. Hace muchos años lo dijimos y lo dijo después Eduardo Galeano, una Revolución es un hecho cultural, porque la Revolución no es un cambio en la manera de hacer política, es un cambio en la manera de concebir la vida. Es un cambio total en la sociedad.
CHÁVEZ SOLITARIO
–¿Considera que eso no se ha logrado?
–El cambio cultural Chávez lo visualizó en las misiones y grandes misiones. Chávez era un súper dotado que no tenía pares en su Gabinete. El discurso que dio en el Ateneo cuando ganó las primeras elecciones me emocionó. Era lo mismo que pensábamos mi esposa y yo sobre lo que necesitaba nuestro país, especialmente en lo relacionado con la cultura como elemento totalizador de la vida venezolana. El problema fue que, desde esa perspectiva, se convirtió en su propio ministro de Cultura y el Ministerio para la Cultura que se creó luego fue solo para el arte.
–Hizo un Estado Mayor, pero no de Cultura.
–Ese Estado Mayor eran los jefes de misiones y todo lo que hizo: Gran Misión Vivienda Venezuela, Barrio Adentro, Misión Cultura Corazón Adentro, etcétera, que han tenido tremendo impacto sobre la vida social venezolana y han trasformado la cultura de nuestra sociedad, tal vez no de manera tan profunda como se hubiera podido lograr, pero sí ha logrado algo muy importante: que la sociedad venezolana, al menos la chavista, se ha reconocido como una sociedad integral total con sus ideas y sus valores, muchas veces capitalistas, pero en todo caso como un ente muy concreto.