Por Hindu Anderi|“Inhumanidad” (Opinión)

El odio en su máxima expresión se manifiesta en estos días, causando dolor y muerte en inocentes cuyo “pecado” es haber nacido en la misma tierra que dio vida a uno de los más grandes mártires de la historia, Jesús, el palestino, el nacido en Belem.

Los efectos de la ocupación del régimen sionista de Israel de la tierra palestina, luego de 66 años, y a pesar de los tímidos esfuerzos de la llamada comunidad internacional por darle fin esa tragedia, son más terribles cada día.

Menos lugares dónde vivir, menos agua que consumir, menos posible el derecho a recibir atención médica, a sembrar, a estudiar y a todos los derechos que se consagran en una legislación internacional que no ha servido para otorgar justicia al pueblo palestino que ha vivido seis décadas defendiendo el derecho más sagrado, el de existir.

Los ataques contra la población de Gaza, en contra de niñas y niños indignan sí, llenan de ira a quienes les resulta increíble que el mundo avance en la tecnología pero al tiempo retroceda en su carácter humano.

Pero más cubren de tristeza por saber que el poder y el dinero, prioridades del sistema capitalista, han superado la vida. Que ese espacio tan corto que es merecedor de cuidado, de afecto, de felicidad, como es la vida es considerado un accidente y no un milagro de la naturaleza.

Hoy, observando la indiferencia, la falta de voluntad por presionar política y económicamente a Israel para que cese en su voracidad criminal, nos queda repetir, nada de lo que hemos hecho hasta ahora es significativo frente a la tragedia que vive el pueblo palestino.

Nada ha sido suficiente ni lo será hasta que la humanidad aprenda a ser humana, si el tiempo y la Tierra herida se lo permite.

hindu.anderi@gmail.com