El torneo de Ajedrez de los Juegos Paranacionales Lara 2011 es singular. En las rondas pueden verse manos que recorren los tableros blanquinegros como hiciera un general, que desde una colina, planea la próxima ofensiva en el campo de batalla.
Los tableros están ahuecados en cada casilla para que los caballos no despotriquen y las torres no se desmoronen bajo el asedio de una dama despiadada. Los jugadores invidentes llevan consigo grabadoras en las que guardan sus movimientos y la camaradería de los ajedrecistas con discapacidad visual se detiene mientras se marcan los relojes.
Después de siete rondas ha salido un rey, es Harlen Otero, ajedrecista natural del poblado de Bachaquero, capital del municipio Valmore Rodríguez del estado Zulia.
El zuliano, quien representó en esta oportunidad al estado de Miranda, sufre una discapacidad visual que no le hizo mella en su interés en la práctica del ajedrez desde los 9 años de edad.
Actualmente tiene 25 años y una carrera en ascenso gracias a la preparación intensa que incluye su participación en torneos convencionales y otros reservados para ajedrecistas con discapacidad visual.
Con la experiencia que los caracteriza se convirtió en campeón de ajedrez en los Juegos Paranacionales que se celebran en Barquisimeto. Realmente a sus contrincantes les costó ganarle.
¿La preparación de los trebejistas invidentes es similar a la de los convencionales?
A escala convencional es muy exigente por el alto nivel que se presentan en esos torneos. Es necesario trabajar con computadoras y entrenadores que te den consistencia, en cambio con discapacidad es un poco más suave en relación al nivel de juego. Sin embargo, las personas así pasamos mucho trabajo para entrenar pues no podemos estar sentados mucho tiempo frente a la computadora porque se nos cansa la vista. Yo no puedo estar más de 15 ó 20 minutos entrenando en la computadora.
¿Por qué representó en los Juegos Paranacionales a Miranda y no a tu estado Zulia?
-No hay nada más bonito que representar a tu estado, pero en Zulia no me dan el apoyo ni siquiera para asistir a estas competencias. Los ajedrecistas y todos los deportistas en general necesitamos al menos la uniformidad y los viáticos para los viajes y eso no se me garantizó. Miranda sí me los dio y también me tiene una beca, por eso los represento a ellos.
¿Cómo calificas el torneo de ajedrez de los Juegos?
La competencia en los Paranacionales fue bastante fuerte, con un nivel mayor que el de otros torneos. Los ajedrecistas se han preparado mucho mejor que en años anteriores, lo que ha hecho que el nivel técnico aumente.
¿Los torneos para ajedrecistas con discapacidad visual se diferencian a los que participan en el formato convencional?
-Si, en los eventos para personas con discapacidad el ambiente es más ameno. Uno se siente mejor atendido porque la gente está muy pendiente de nosotros. En cambio, en lo convencional, cada quien mira por lo suyo, no hay tanta armonía. Me gusta más este ambiente que hubo en los Paranacionales de Lara.
¿Cuál es el mayor reto que enfrentas?
Mi meta es llegar a la Copa del Mundo. Tengo que quedar entre los 10 primeros en la Olimpiada de Ajedrez que será en la India el 16 de octubre del próximo año
¿Para los ajedrecistas con discapacidad visual es más difícil mantener un nivel competitivo?
Es un verdadero reto mantener un buen nivel ajedrecístico. Por eso me preparo con mis compañeros convencionales y también me mantengo activo en una escuela de ajedrez que abrí en Bachaquero. Se llama Los Monarcas, allí tengo 23 atletas que me han dado mucho logros y satisfacciones en este deporte.
¿Te ha ayudado el ajedrez a crecer y a derribar barreras?
Me ha ayudado a crecer como persona y como deportista, no hay dudas de ello. En los estudios también es muy positivo pues el ajedrez te da muchas armas de inteligencia. Es un sustento económico para mí y sin lugar a dudas es una ayuda para derribar cualquier barrera.
¿Es más difícil para las personas invidentes o débiles visuales la práctica del ajedrez?
Definitivamente si pero uno le echa… piernas, como dice el dicho.