Por Jesús Bermúdez|El “Sambil de la Candelaria” (Opinión)

La iniciativa del Ministerio del Poder Popular para el Comercio para convertir las instalaciones de lo que se conoce popularmente como el “Sambil de la Candelaria” en una sede de la cadena comercial socialista y centro cultural resulta una necesidad imperiosa para combatir la especulación, el sabotaje y la guerra económica, además, del ocio y el tiempo libre de impacto negativo en la parroquia Candelaria.

En la actualidad buena parte de la parroquia Candelaria está conformada por una clase media residencial dedicada al comercio en general; por otra parte la zona es un gran centro laboral donde se encuentran grandes centros financieros y edificaciones que son asiento de importantes instituciones públicas.

Entre las actividades comerciales se destaca la venta de artículos electrodomésticos, alimentos y víveres que son objeto de especulación, y que forman parte del sabotaje y la guerra económica ejercidos por parte de algunos comerciantes inescrupulosos.

Paralelamente, convertir el “Sambil de la Candelaria” en un centro cultural también sería una gran oportunidad para potenciar nuestra industria cultural emergente de mucho auge en la zona.

Es increíble, pero actualmente solo existe un solo cine en esa parroquia que en algún momento fue asiento de la cinematografía urbana durante las décadas de los sesenta y setenta.

Además de encontrarse centros educativos para las artes musicales, centros culturales como el Teatro Teresa Carreño y la sede de Universidad para las Artes en la parroquia, estos espacios parecen insuficientes para el desarrollo cultural potenciado por la Revolución Bolivariana en los últimos años.

La parroquia carece de estudios para grabaciones para la música, existe un déficit de espacios para ensayos y presentaciones de grupos de teatro de sala y danza, y otras manifestaciones artísticas emergentes. Así mismo, es necesario un espacio para la exposición permanente y ventas de libros, obras de arte, artesanía, flora.

La iniciativa del Despacho de Comercio sería la gran oportunidad de desarrollar una industria cultural alternativa urbana de cara a los nuevos retos que plantea el desarrollo cultural del siglo XXI.

Expandir, consolidar y potenciar el espacio público urbano de vocación cultural con actividades comerciales útiles que reflejen la sociedad deseada para el buen vivir, es posible. No permitamos la reproducción de los males económicos que tanto daño hace a los vecinos. Otra parroquia es posible. ¡Apoyemos la propuesta!

@jesusbermudezba