Prisca Dávila prepara su séptima producción|“Un disco es una fotografía de un momento artístico”

Creatividad desde que comenzó su carrera como solista hace trece años es la marca de la pianista, cantante y compositora Prisca Dávila.

La discografía de esta artista data del 2003, cuando sacó independientemente Piano Jazz Venezolano; seguido al año siguiente de Estoy Aquí; En Canto Venezolano (2006); Piano En Canto Venezolano II (2008), Piano Jazz Venezolano II (2011), y Un piano, dos hermanas (2014). También tiene colaboraciones con otros artistas nacionales y foráneos.

– Tiene seis discos en su haber…

– Si, pero mostrando una evolución musical. Siento que hay una gran diferencia del primero al último. Piano jazz Venezolano (2003) marcó el lenguaje musical que he desarrollado con elementos de la música venezolana, académica y el jazz. Este primer disco indicó el camino que seguí a lo largo de estos trece años y que está representado en los siguientes cuatro que realicé en diversos formatos musicales. A partir del segundo disco incorporé la voz que es mi segundo instrumento y mi concepción personal como pianista, cantante y compositora.

– Todos son producciones independientes…

– Los seis discos, los conciertos, las giras, las he realizado como productora independiente, implican un gran esfuerzo y trabajo que no solamente es musical, sino un trabajo también de producción, distribución y promoción. Esto tiene la ventaja de la libertad creativa. Un artista debe estar en continuo crecimiento y en la búsqueda de ser cada día mejor, a la vez, tengo la sensación que he recorrido camino en estos años… pero que me falta mucho por andar.

– ¿Cómo ves el mercado del jazz y fusiones en Venezuela?

– Venezuela está desbordada de talento, hay excelentes músicos y propuestas de calidad. Se ha generado en los últimos años un movimiento muy importante de artistas que de forma independiente realizamos conciertos, discos y tomando elementos de la música venezolana, buscando nuestra propia identidad. Sin embargo, se necesitan más espacios para tocar jazz y fusiones, mayor promoción para que el alcance de este trabajo sea mayor y llegue a todos los rincones del país y también se difunda a nivel internacional. Algo que he notado a lo largo de estos trece años de carrera, es que el mercado discográfico está cada vez más difícil, estamos en una etapa de transición, casi no hay tiendas de discos, las que existen son como una especie en extinción, ya prácticamente se venden los discos en conciertos y por internet. Estamos en proceso de adaptación hacia esta nueva forma de concebir el mercado y, por supuesto, seguir grabando música, porque un disco es un registro histórico musical, es una fotografía de un momento artístico.

– ¿Las mujeres venezolanas en estos géneros tienen el apoyo necesario en todos los aspectos?

– Creo que hay que trabajar con constancia, disciplina, y pasión para lograr destacarse, independientemente del género. Las oportunidades están allí, solo debemos trabajar para conseguir nuestro espacio y, en el caso de la mujer, demostrar más nuestro talento, incluso en espacios que generalmente predomina lo masculino. Ser mujer en cualquier ámbito, pero en este caso en el artístico, también implica tener una serie de desafíos. Debemos trabajar por tener nuestro espacio en el mundo artístico y mantenerlo.

– De las nuevas propuestas nacionales en fusiones, ¿cuáles te llaman la atención?

– Hay excelentes y variadas propuestas, la de Marieva, mi hermana como solista de su disco Piano de ida y vuelta, me encanta porque tiene una personalidad flamenca pero a la vez venezolana y clásica. También me gusta mucho el trabajo del Goyo Reyna del disco Mestizaje con su fusión flamenca, latinoamericana y venezolana. Me llama la atención otras fusiones como la MAU con el Rock, también el trabajo de incluir instrumentos nacionales como la mandolina, el cuatro en propuestas más hacia el jazz en formato a trío, cuarteto con identidad venezolana, como los discos recientes que han salido de Jorge Glem, Jorge Torres y otros artistas que vienen con nuevas propuestas.

Texto/Eduardo Chapellín
Foto/Cortesía Prisca Dávila
Caracas