12 millones de dólares para el “exterminio”

Un intercambio de notas y conversaciones secretas entre el presidente de Estados Unidos Lyndon Johnson (1962-1968) y Raúl Leoni, presidente de Venezuela (1963-1967) entre 1966 y 1967 revelan una serie de acciones ejecutivas tendentes a neutralizar por vía de la fuerza desproporcionada del Estado a la insurgencia armada, política y social en Venezuela que además mostró el grado de dependencia político, económica y militar del Gobierno venezolano con el de EEUU.

Este conjunto de documentos fue desclasificado en 2017 y publicados en el portal oficial del Departamento de Estado, producto de una demanda interpuesta por grupos sociales de discapacitados estadounidenses que reclamaron al Gobierno de EEUU el acceso a estos “papeles” en atención a la Ley de Libertad de Información de ese país.

El Gobierno de Estados Unidos en el curso de los años 60 –debido al recrudecimiento de la Guerra de Vietnam, el asedio contra Cuba y el alzamiento de grupos guerrilleros en América Latina en plena Guerra Fría– promovieron y financiaron escenarios de guerra bajo la forma de beligerancia antiguerrillera en la que EEUU intervino enarbolando las prácticas de la Doctrina de Seguridad y Defensa Hemisférica para confrontar la “amenaza comunista” que representaban los grupos de izquierda alzados en armas en América Latina.

LAS CONVERSACIONES SECRETAS

El presidente Leoni y el Alto Mando Militar venezolano acordaron apuntar conversaciones con el Gobierno de Estados Unidos para solicitar apoyo militar y producir un desenlace final en la lucha contra las guerrillas, ya a pesar de las operaciones iniciadas desde 1963 hasta 1965 no habían logrado la derrota de los grupos subversivos que operaban en el occidente, centro y oriente de Venezuela. Pero previo a estos posibles acuerdos el gobierno de Leoni promovió conversaciones exploratorias con emisarios que hicieron lobby en la Casa Blanca. Los emisarios especiales del presidente Leoni para conversar con el presidente Johnson fueron Gonzalo Barrios, ministro de Relaciones Interiores y Manuel Pérez Guerrero, ministro de Hidrocarburos, quienes llegaron a Washington a mediados de enero de 1966 para citarse con el presidente Johnson y entregarle una carta del presidente Leoni, según un memorándum de la Embajada de Estados Unidos en Venezuela del 24 de enero de 1966.

EL DISCURSO DEL EXTERMINIO

Ya desde 1965 el presidente Leoni había expresado públicamente la necesidad de exterminar a la guerrilla como lo hizo en una declaración el 18 de noviembre cuando en el diario venezolano Últimas Noticias tituló: “Gobierno no pactará con terroristas ni guerrilleros…Como Comandante en Jefe de las Fuerzas Armas he dado instrucciones de combatir el terrorismo y las guerrillas hasta el exterminio (…)”.

Ese mismo mes durante un acto en el Concejo Municipal de Cumaná, estado Sucre, el presidente Leoni señaló: “El Gobierno no pactará con los terroristas ni con los guerrilleros, sino que los combatirá hasta liquidarlos (…)” 2

A este discurso del exterminio –que eran en realidad instrucciones abiertas públicas y notoriamente comunicacionales para los cuerpos militares y de seguridad– le seguían declaraciones de oficiales de alto rango que a su vez eran aplicadas como órdenes de mando a toda la oficialidad. Altos funcionarios tanto del gobierno de Betancourt como de Leoni usaron una abierta y exprofesa manifestación de hostilidad pública como lo señala el diario Últimas Noticias, cito: “…En menos de dos horas serían exterminados guerrilleros si se suspendieran garantías”, declaró el jefe de la Tercera División del Ejército, general José David Bohórquez. (…) “La Constitución establece el libre tránsito y en base a ello los ciudadanos pueden internarse en la montaña sin ser molestados”. “…Esto y otras garantías establecidas en la Carta Magna y que nosotros respetamos, son la que nos impiden liquidar a los alzados”3

LOS ACUERDOS SECRETOS JOHNSON – LEONI / ABRIL 1967

Por fin se produce el encuentro personal entre el presidente estadounidense Johnson y el venezolano Leoni en Punta del Este, Uruguay. El documento transcrito de esa conversación registrado como “Memorandum of Conversation Punta del Este, Uruguay, April 11, 1967, 6 p.m.” señala detalles de la negociación que previamente habían iniciado los ministros Gonzalo Barrios y Manuel Pérez Guerrero en Washington y explica por qué el ministro Barrios insistía en la ayuda de Venezuela a Estados Unidos en la guerra de Vietnam con el envío de alimentos y medicinas a Vietnam del Sur.

En dicho documento se muestra los presupuestos y relaciones de armas requeridas por el Gobierno venezolano para “exterminar” a los guerrilleros y a toda la insurgencia y cito:

“…El presidente Leoni dijo que el Gobierno venezolano tenía razones para creer que habría una intensificación de la agresión comunista en la región norte de América Latina, es decir, dijo, Guatemala, Colombia y Venezuela. Además de la necesidad de combatir en Venezuela cualquier avance en las actividades de la guerrilla, también era necesario garantizar elecciones pacíficas” . Se refería a las inmediatas elecciones de diciembre de 1967.

Más adelante señala el documento: “… Sugirió que el presidente (Johnson) podría usar sus buenos oficios para ayudar a las autoridades venezolanas a resolver el problema. Venezuela haría el pago tan pronto como pudiera, pero una vez más hizo hincapié en que esto iba a estar fuera de los arreglos actuales. El presidente Leoni señaló que el compromiso actual de dólares de Venezuela para comprar armas y equipos de Estados Unidos y Europa ascendía a aproximadamente a 12 millones de dólares”.

“El presidente Johnson preguntó precisamente qué tipo de equipo quería. El presidente Leoni dijo que no había necesidad de cohetes o aviones supersónicos, por supuesto, sino solo el equipo y el material necesarios para mantener la seguridad interna: municiones, vehículos de transporte, equipos de comunicaciones, etc. Sin embargo, subrayó que la principal necesidad aquí es la de un breve tiempo de entrega, y no los 18 a 24 meses que normalmente se requieren según las disposiciones actuales. El tiempo de entrega deseable sería de tres meses”.

Finalmente, Johnson expone a Leoni sus condiciones para la negociación, cito:

“El presidente Johnson declaró que nuestro problema es: primero, no queremos ser los comerciantes de armas del mundo; segundo, que el Congreso nos ha obligado a reducir nuestro programa de financiamiento de programas militares en América Latina a 85 millones, incluidas las ventas y las subvenciones; en tercer lugar, no queremos que los comunistas se hagan cargo de Venezuela. Por lo tanto, queremos ayudar si Venezuela quiere comprar equipos. En cuarto lugar, el problema con el que estamos lidiando en Vietnam está causando un gran desgaste en nuestros suministros militares.” 4

Esta última información explica porque Gonzalo Barrios insistía en ayudar a Estados Unidos en la guerra de Vietnam, con toda seguridad Enrique Tejera París, embajador de Venezuela en EEUU, recomendaría esta suerte de adulación diplomática porque sabía que Johnson objetaría este apoyo de armas a Venezuela por el grave compromiso que tenían los militares estadounidenses en Vietnam y la oleada de protestas tanto en Estados Unidos como en el mundo por la agresiones militares contra el pueblo vietnamita que ese año se recrudecieron y que ponían bajo la lupa crítica mundial al gobierno de Johnson.

Como resultado de esa conversación y acuerdo de ayuda militar no solo se incrementó el asedio y exterminio de la guerrilla sino la “democratización” del terror como ofensiva desproporcional contra toda la insurgencia política y social en Venezuela, los datos estadísticos investigados por la Comisión por la Justicia y la Verdad en 20175 señalan sobre los cuatro mil casos certificados de violaciones a los derechos humanos en un periodo de cuatro años (1964-1968) los mas elevados durante los 40 años de gestión de la democracia representativa que arrojaron más de 10 mil casos certificados de violaciones a los DDHH por razones políticas en Venezuela entre 1958 y 1998.

Para seguir leyendo

1.-El 30 de julio de 1964 fueron desaparecidos el sociólogo Víctor Soto Rojas y Heriberto Cartagena en las montañas de El Bachiller en el estado Miranda. En 2013 la Fiscalía imputó al general (D) retirado Simón Tagliaferro de Lima por la presunta desaparición forzada de estos ciudadanos.

2.-Informe Final Contra el Silencio y el Olvido 2017: albaciudad.org/…content/…/CONTRA-EL-SILENCIO-Y-EL-OLVIDO-POR-LA-VER

* Equipo Red de Historia, Memoria y Patrimonio

venezuelared@gmail.com

Caracas

1Telegram From the Department of State to the Embassy in Venezuela. Source: National Archives and Records Administration, RG 59, Central Files 1964–66, AID(VEN) VIET S. Confidential; Limdis. Drafted by Hill on January 21, cleared by Sayre and Bowdler, and approved by Mann. Repeated to London and Georgetown. According to the President’s Daily Diary the meeting was held from 12:56 until 1:14 p.m. (Johnson Library) Disponible en: https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1964-68v31/d541
2Ultimas Noticias. 18 de noviembre de 1965.

3Ultimas Noticias. Viernes 21 de agosto 1964. Pag. 37
4Disponible en :https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1964-68v31/d541
5Informe Final contra el silencio y el olvido (2017) Comisión por la Justicia y la Verdad. Imprenta Nacional. Caracas, Venezuela.

T/ Aldemaro Barrios R.*
F/ Cortesía Centro Nacional de Historia