Siempre he considerado que la dirección política de la Revolución Bolivariana tiene que lidiar con asesores y tecnócratas burgueses que ignoran por completo el significado y esencia del proceso revolucionario. A veces vemos decisiones que no tienen congruencia con el cambio de estructura que deberíamos buscar ni con la modificación radical de las relaciones de poder que debe ser el objetivo primario en todo proceso revolucionario. Hemos tenido dos presidentes revolucionarios que a lo interno han pugnado contra quienes defienden los intereses de la burguesía de manera solapada.
El presidente obrero Nicolás Maduro, el sábado desde la Feria del Libro de Caracas, habló sobre algo clave en cuanto al diagnóstico de la guerra económica. Explicó que los eslabones productivos e importadores, junto a las cadenas de distribución, están completamente controlados por élites económicas, por la burguesía. Afirmó que si el comandante Hugo Chávez no hubiese creado hace varios años los sistemas gubernamentales de abastecimiento de alimentos, hoy la realidad fuese muchísimo más adversa a nivel económico.
Ese mismo día en la noche, Mario Silva habló en La Hojilla de las irregularidades en las líneas de producción de la Polar. Detalló que dejan de elaborar productos clave, por supuesta falta de materia prima, pero los que son afines y usan los mismos ingredientes sí son manufacturados para venderlos sin problema a precios altísimos por no estar regulados. En pantalla le sugirió a Lorenzo Mendoza que, dada su incapacidad para gerenciar correctamente y producir, entregue sus empresas al Poder Popular.
Hay gente dentro del Gobierno que afirma que “la producción está por el suelo”. Según ellos “no producimos nada” pero me canso de ver fotos de productos venezolanos inundando las calles de Colombia. De paso, un conocido que trabaja automatizando industrias en Miranda, Yaracuy, Zulia y Lara me dice que todos sus clientes, del sector privado, están al tope de producción ¿quién miente?
En esta guerra el enemigo es la burguesía y hay que entenderlo. No se puede conciliar con ellos. Son los mismos que asesinaron a Salvador Allende en Chile, que casi asesinan a Chávez y sabotearon Pdvsa y al país en los años 2002-2003. Hoy siguen saqueando nuestra patria, solapadamente, a través de la economía. Debe atacarse a los productores, importadores y comercializadores mayoristas. Debe considerarse la socialización de los medios de producción. Esta es la oportunidad para hacer el cambio de estructura y consolidar a nivel económico la Revolución.