Casi 20 millones de personas en la pobreza en las grandes ciudades brasileñas

La pobreza en las grandes ciudades de Brasil alcanzó cifras récord en 2021, según datos que surgen del boletín «Desigualdad en las Metrópolis» y que fueron divulgados este lunes por el diario Folha de Sao Paulo. En los grandes centros urbanos del país hay 19,8 millones de personas por debajo de la línea de pobreza, lo que representa la cifra más alta desde que se empezó a elaborar esta serie histórica de medición estadística en 2012.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien aspirará a la reelección en octubre, participó de un almuerzo con los banqueros más importantes del país y aseguró que con un triunfo de su principal contrincante y favorito, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, Brasil se sumaría «al trencito de Cuba, Venezuela, Argentina, Chile y Colombia».

Miseria y pandemia

La pobreza alcanza al 23,7 por ciento de la población brasileña en las ciudades comprendidas en la investigación, que si bien han aumentado su población nunca habían registrado en los últimos diez años un porcentaje superior al 20 por ciento. La pandemia agravó una situación que ya era complicada: en 2020 la cifra de pobreza era de 16 millones de personas, o sea que en menos de doce meses un total de 3,8 millones de brasileños pasaron a ser pobres.

La investigación la llevan a cabo la Pontificia Universidad Católica de Río Grande del Sur, el Observatorio de las Metrópolis y la Red de Observatorios de Deuda Social en América Latina, en base a estadísticas oficiales. «La crisis ya se estaba gestando. Estábamos en una muy mala racha y encima vino la pandemia», dijo a Folha el profesor André Salata, uno de los coordinadores de la investigación.

El salto de la pobreza en 2021, según afirman, está relacionado a tres factores: recuperación incompleta del mercado laboral, una disparada de la inflación y el «retiro abrupto» de la ayuda de emergencia para sectores sumergidos a principios del año pasado. El boletín también constató un crecimiento de los niveles de pobreza extrema: unos 5,3 millones de brasileños están en esa situación en las grandes ciudades analizadas, lo que representa el 6,3 por ciento de su población. En la última medición de 2020, la cifra de pobreza extrema había sido de 3,7 millones de personas.

Pobreza «aterradora» en San Pablo

 

Las regiones metropolitanas con mayores tasas de pobreza fueron Manaos (41,8 por ciento) y Gran San Luis, en el estado de Maranhao (40,1 por ciento), mientras que las cifras más bajas se registraron en Florianópolis (9,9 por ciento) y Porto Alegre (11,4 por ciento). En el caso de pobreza extrema, las peores cifras están en Recife (13 por ciento) y Salvador (12,2 por ciento).

La mayor urbe brasileña, San Pablo, registró un aumento significativo de la pobreza: pasó de dos millones en 2014 a 3,9 millones en 2021, lo que en términos porcentuales implicó que pasó de 9,5 por ciento de la población paulista al 17,8 por ciento entre esos años. La pobreza extrema en San Pablo saltó de 381,4 mil personas en 2014 a 1,03 millones en 2021 (del 1,8 a 4,7 por ciento del total de la población).

«La cantidad de personas en extrema pobreza en San Pablo es aterradora. Llegó a más de un millón y en 2014 la cifra era menos de 400 mil. Por supuesto, la población está aumentando, pero es un salto muy grande. Ejemplifica la crisis social», evaluó Salata.

Encuentro de Bolsonaro con banqueros

 

En plena campaña electoral, Bolsonaro le pidió a los principales banqueros del país que eviten apoyar a Lula y repudió una iniciativa de sectores de la sociedad civil para firmar un manifiesto en defensa de la democracia. «Durante el gobierno de Lula y los 14 años del PT (Partido de los Trabajadores) había soborno para todo, sin excepción. ¿Quieren eso de vuelta? Lula dijo que hará el doble en caso de volver, y si lo eligen estaremos con el trencito de Cuba, Venezuela, Argentina, Chile y Colombia», afirmó Bolsonaro en un discurso desde la sede de la Federación Brasileña de Bancos (Febraban).

El mandatario de ultraderecha calificó a Lula como un «empleado que robó en una empresa y no merece ser recontratado», aunque omitió que no existen procesos contra el exsindicalista, quien marcha primero en las encuestas de intención de voto. El presidente también se negó a firmar una carta que ya suscribieron más de 700 mil personas en contra de sus amenazas de fraude que organiza la Facultad de Derecho de la Universidad de San Pablo. La Febraban respaldó la iniciativa junto con otra poderosa entidad, la federación de industrias de San Pablo.

F/Pagina12
F/AFP
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