Patria Grande y socialismo | 2015 en el Bicentenario (Opinión)

El año 1815 fue de brutal ofensiva española, al punto de significar una breve pero sangrienta restauración colonialista en gran parte del territorio americano. Apenas comenzaba el año, el 31 de enero los realistas asesinaron a uno de los grandes próceres de nuestra independencia, José Félix Ribas, su cuerpo descuartizado, sus miembros expuestos en los caminos y su cabeza fue hervida en aceite hirviendo y expuesta en la Plaza Mayor de Caracas para escarmiento de los patriotas. Así empezaba el año.

¿No los veis sobre México y Quito arrojarse con saña tenaz / y cuál lloran bañados en sangre Potosí, Cochabamba y La Paz?/ ¿No los veis sobre el triste Caracas luto y llanto y muerte esparcir? / ¿No los veis devorando cual fieras todo pueblo que logran rendir?

En marzo es sofocada la Rebelión de Cuzco en Perú y sus principales líderes el cacique Mateo Pumacahua y los hermanos José, Vicente y Mariano Angulo son fusilados, entre el 17 y el 25 de marzo.

En mayo Pablo Morillo desembarca en Cartagena y se desata la represión en el territorio de Nueva Granada; los que no sucumben, deben marchan al exilio para reorganizar las fuerzas.

El 22 de diciembre es fusilado José María Morelos, generalísimo de los ejércitos insurgentes de México, con ello parecía perdida la causa de los patriotas.

Pero no todo es oscuridad. José de San Martín nombrado gobernador de Cuyo organizaba el ejército de los Andes, que liberaría los territorios de Chile y Perú para unirse más tardes con las tropas de Bolívar.

Mientras tanto, Simón Bolívar se embarca hacia el Caribe. En septiembre escribe la Carta de Jamaica documento fundamental que hoy es base doctrinaria para la definitiva independencia y unidad de Nuestramérica. Afines de 2015 se realiza el encuentro entre Bolívar y Alexandre Petión.

Bolívar regresa a Venezuela el año siguiente, renovado y fortalecido uniendo a las banderas de independencia las de igualdad social, haciendo efectivo su principal compromiso con Petión decreta desde Carúpano la liberación de los esclavos.

T/ Mónica Saiz