2018, el año en que la mujer dijo «Basta a la violencia»

Durante siglos, las mujeres han batallado por hacer valer sus derechos. En el siglo XIX reclamaron el ejercicio del sufragio y, más tarde, en la década de los 60 del siglo XX, demandaron la equidad educativa, entre otras luchas impulsadas. Hoy, alzan su voz para exigir justicia: justicia por todos los años que callaron, mientras otros las acosaban, abusaban y violaban.

De acuerdo con un informe presentado por la entidad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer (ONU Mujeres), se estima que 70% de las mujeres en el mundo han sufrido algún tipo de violencia física y/o sexual.

La violencia contra la mujer -en cada una de sus modalidades- era un secreto a voces, una olla de presión que estaba a punto de explotar y ese punto de inflexión ocurrió en 2016 con el famoso caso «La Manada», suceso ocurrido en España, donde un grupo de cinco hombres -entre ellos un miembro de la Guardia Civil y otro del Ejército españo – violaron a una joven de 18 años.

El caso se hizo viral en las redes sociales, a través de material audiovisual, que sirvió para probar la violación a la menor de edad. No obstante, en junio de 2018 (dos años después del suceso), los acusados fueron condenados por el delito de «abuso sexual» y no de violación, teniendo una pena de nueve años de prisión.

Tras la sentencia, movimientos feministas y organizaciones sociales salieron a las calles de España para repudiar el dictamen de la Justicia de la nación europea y así iniciar una movilización, que podía reunir hasta más de 30.000 mujeres en un país, donde existe una denuncia cada cinco horas, lo que equivale a un aumento de 23% con respecto al año pasado.

En América Latina, uno de los casos más emblemáticos es el de Imelda Cortez, una joven de 20 años de El Salvador, quien sufrió una violación a manos de su padrastro, Pablo Henríquez, de más de 70 años.

De acuerdo con medios internacionales, Cortez comenzó a sufrir abusos sexuales -que terminó siendo una violación- a la edad de 12 años.

El caso fue conocido cuando Cortez fuera acusada de «homicidio agravado tentado» por la Fiscalía salvadoreña, con el argumento de que en abril de 2017 la joven buscó ayuda médica en el hospital nacional de la ciudad de Jiquilisco, departamento de Usulután, por sufrir una hemorragia.

«Al ingresarla, una doctora diagnosticó que la fémina había tenido un parto extrahospitalario, pues además habían llevado la placenta», consignó un comunicado del Centro Judicial, citan medios internacionales.

No obstante, Cortez expresó que desconocía del embarazo, debido a que su padrastro le dejó claro que no podía tener más hijos. Con este hecho, en el que Cortez fue absuelta y puesta en libertad el pasado 18 de diciembre, se dieron a conocer las cifras de cuántas mujeres sufren de violación en El Salvador.

Según datos oficiales citados por la agencia EFE, fueron cometidos 1.128 casos, 71 más que en el mismo período de 2017, cuando se computaron 1.057 víctimas menores de 18 años.

En el espectáculo también estallaron las denuncias

Con la espera de sentencia alguna en el caso de «La Manada», el mundo se paralizó y comenzó una ola de denuncias sobre abusos y acosos sexuales, casos que llegaron al lugar más frívolo: Hollywood.

La ola de denuncias arrancó a finales de 2017 contra Harvey Weinstein, el gran productor del mundo del espectáculo y -como una bola de nieve- comenzaron a llover una larga de listas de nombres, entre ellos Kevin Spacey -el famoso protagonista de la serie de Netflix House of Cards- quien será acusado formalmente por primera vez por abuso sexual en enero próximo por la supuesta agresión a un joven en 2016.

Entre las víctimas del «todo poderoso productor» estaban empleadas aspirantes a actrices y muchas intérpretes ya reconocidas como Rose McGowan, Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie, Ashley Judd, Asia Argento, Mira Sorvino y Daryl Hannah, señalan medios internacionales.

Las voces de estas mujeres que callaron por largo tiempo resonó a principios de 2018, en una de las galas más vistas y la primera del mundo del espectáculo: los Golden Globes.

Con el color negro como símbolo, las actrices (y actores también) alzaron su voz y denunciaron los casos de abusos sexuales en Hollywood, creando así el Movimiento #MeToo y uniéndose a la campaña Time’s Up, que cuenta con la participación de más de 300 actrices.

Las denuncias en el mundo del espectáculo no solo ocurrieron en el flamante Hollywood. Si Hollywood puede ser considerado frívolo (para algunos) imagínense un concurso de belleza que lleva 66 años de fundación y que tiene en su haber siete Miss Universo (entre ellas un back to back en 2008-2009) , seis Miss Mundo y dos ganadoras en Miss Tierra.

El Miss Venezuela estuvo en boca de todo el mundo, no por su espectáculo, no por la reina elegida, sino por las denuncias por supuesta prostitución, trata de mujeres y corrupción que rodeó al Zar de la Belleza, Osmel Sousa, a tal magnitud que llevó a su renuncia en febrero de este año.

Argentina también se vio envuelta en este manto de denuncias. El 11 de diciembre, más de 50 actrices argentinas se reunieron en el escenario del Multiteatro para apoyar a la actriz Thelma Fardín, quien denunció la violación del actor Juan Darthés durante la gira de la exitosa serie Patito Feo, que se llevó a cabo en Nicaragua en 2009. La joven tenía 16 años y él 45. El actor, que actualmente se encuentra en Brasil (país donde nació Darthés), cuenta con cinco denuncias más, aún sin resolver.

Leyes a favor y en contra

Desde el 1º de enero, el mundo cambió y a favor de las mujeres empoderadas. Ese día, entró en vigor en Islandia una ley que obligaba a las empresas a pagar lo mismo a hombres y mujeres.

De acuerdo con la agencia AFP, el Parlamento islandés aprobó eliminar por ley la desigualdad salarial entre hombres y mujeres. Esta decisión fue apoyada por la coalición de centro derecha que gobierna a Islandia y también por los opositores.

Por su parte, en Argentina, se dio el debate de la Ley de despenalización del Aborto. El pasado mes de junio, la Cámara de Diputados aprobó la ley, tras más de 13 horas de debates, con votación de 126 votos a favor y 124 en contra.

Tras esta decisión, fue enviado el proyecto de Ley a la Cámara de Senado para el debate del texto legal. Para esto, se crearon tres comisiones -igual como se había hecho en Diputados- para la discusión y presentarían su dictamen el pasado 1 de agosto.

No obstante, se tuvo que esperar hasta el 9 de agosto. Con una manifestación en la Plaza del Congreso, la Cámara del Senado rechazó el proyecto de ley, con más de 17 horas de debate, en una sesión histórica. Los resultados en la Cámara Alta fueron 38 votos en contra del proyecto y 31 votos a favor.

T/AVN