Colombia sería otra si no hubiesen asesinado al líder y pensador Jorge Eliécer Gaitán

«Rindo homenaje a la lucha del Líder civil más grande que ha tenido Colombia, el gran Jorge Eliécer Gaitán. A 72 años de su vil asesinato por parte de la oligarquía colombiana, su voz de justicia lidera la lucha de un pueblo humilde que sigue clamando igualdad y Paz. ¡Gaitán vive!», expresó este jueves el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.

Por su parte, el ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, manifestó que la hermana República de Colombia sería otra si no hubiesen asesinado a el mencionado líder suramericano.

«Colombia sería otra si no hubiesen asesinado al líder y pensador Jorge Eliécer Gaitán. El pueblo hubiese llegado al poder político para no abandonarlo. No hubiese habido guerras, ni mafias en el poder. No hay memoricidio que borre la impronta viva de Gaitán en los años por venir», escribió por la referida red social.

Gaitán, nacido en Bogotá un 23 de enero de 1903, inicia su activismo político desde sus años universitarios, los cuales inició en la Universidad Nacional de Colombia, graduándose en Derecho y Ciencias Políticas.

Prosigue con sus estudios jurídicos en Roma, Italia, y al regresar a su país natal inicia su carrera política formal cuando es electo como Representante a la Cámara del legislativo colombiano. A partir de ese momento, su capacidad de coherencia en el discurso revolucionario lo convierte en un político de gran relevancia.

Funda el partido Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria, cuando solo contaba con 33 años de edad, y posteriormente se une al Partido Liberal, del que fue candidato presidencial.

Con una clara propuesta de izquierda, Gaitán fue en 1936 alcalde de Bogotá, desde donde promovió cambios sociales en favor del pueblo colombiano, como por ejemplo, la municipalización de los servicios públicos.

Para 1948 el líder colombiano tomó las riendas del partido Liberal y se perfilaba como presidente de la República gracias a su «Plan Gaitán», que proponía una política de Estado centrada en favorecer el interés colectivo y no el de las oligarquías colombianas.

Pasada la una de la tarde de ese histórico 9 de abril, Jorge Eliécer Gaitán, o como le llamaban sus seguidores: «el Jefe», cae en medio del bullicio de la tarde bogotana que vio morir a este mártir de las luchas sociales, hecho que desembocó en el llamado «bogotazo» y el posterior surgimiento del conflicto armado que sigue aún vigente en la realidad colombiana.

T/CO