25 años en Revolución: viraje histórico hacia la soberanía y la justicia social

El proyecto histórico y político de la Revolución Bolivariana arriba a 25 años de su llegada al poder. Tras el triunfo inobjetable del comandante Hugo Chávez en las elecciones del 6 de diciembre de 1998, el 2 de febrero de 1999 comenzó para Venezuela una etapa de transformaciones con el objetivo de lograr la igualdad social, la inclusión y la reivindicación de los derechos fundamentales del pueblo venezolano.

Fue Chávez protagonista y principal impulsor de esas transformaciones, tarea a la que se consagró desde que el 4 de febrero de 1992 irrumpiera contra el estado de cosas imperante en el país, que se hallaba sumido en el quiebre moral tras 40 años de la llamada democracia representativa, cuya dirigencia le dio la espalda al pueblo e hipotecó la soberanía de la patria a los intereses del capital transnacional.

La convicción de Chávez caló firme y profundamente en el alma de Venezuela. Más allá de la adhesión partidaria, el pueblo identificó en él a un líder genuino, capaz de impulsar y conducir el impostergable proceso de cambios que rescatara los ideales de libertad, justicia y unión heredados de Bolívar y representados también por otras figuras centrales de nuestra historia.

Pueblo protagonista

El rescate del protagonismo popular en el ejercicio pleno y auténtico de la democracia fue desde el inicio un objetivo prioritario del proyecto bolivariano. Ello determinó que, desde el mismo instante en el que asumió la presidencia, Chávez impulsara el proyecto de Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que fue aprobado por el pueblo en el referendo del 15 de diciembre de 1999.

Con ese mandato, el Presidente activó el poder constituyente originario y dotó a la nación de un texto constitucional adaptado a los nuevos tiempos, en los que el poder popular y la recuperación de la independencia y la soberanía sentaron las bases de una transformación histórica, social y política de resonancia mundial, por su contenido revolucionario de humanidad y justicia.

Bajo la conducción de Chávez, la Revolución Bolivariana alcanzó en pocos años logros incuestionables en ámbitos como educación, salud, beneficios sociales de trabajadoras y trabajadores, además de restituir la autodeterminación y la independencia nacional, con expresiones concretas como el manejo soberano de sus riquezas y el impulso decidido a la unidad latinoamericana, en cumplimiento del sueño bolivariano de la Patria Grande.

Estos principios siguen orientando la evolución del proceso bolivariano ahora bajo el liderazgo del presidente Nicolás Maduro. Así la Revolución Bolivariana ha logrado mantener su rumbo pese al hostigamiento, la animosidad y el chantaje perpetrados por sus enemigos y detractores, tanto internos como foráneos.

El ejercicio pleno de la soberanía popular queda de manifiesto al sumar en estos 25 años, 28 procesos electorales y de referendo en los que se ha impuesto la voluntad del pueblo.

Logros sociales y económicos

La recuperación de la soberanía en el manejo de los recursos del país ha permitido llevar adelante planes y proyectos dirigidos a lograr los objetivos de justicia e inclusión social, que caracterizan a la Revolución Bolivariana. El énfasis en las políticas orientadas al beneficio de la población se evidencia en que desde 1999, cerca de tres terceras partes del Presupuesto Nacional se destinan directa o indirectamente a la inversión social.

Gracias a esa visión se han desarrollo las Misiones Bolivarianas, programas sociales gratuitos para atender áreas fundamentales como la salud. Los planes de medicina preventiva llevados a cabo, principalmente en el marco de la Misión Barrio Adentro, han salvado millones de vidas en estos cinco lustros.

Las misiones educativas comenzaron en 2003 con la Misión Robinson, que logró alfabetizar al 100 % de la población mediante el método “Yo sí puedo”, con el que más de tres millones de personas aprendieron a leer y escribir.

La Misión Ribas, centrada a la educación secundaria, ha otorgado el título de bachiller a más un millón de alumnos, mientras que la Misión Sucre, correspondiente a la educación universitaria, ha graduado a más de 600 mil nuevos profesionales.

La política desarrollada para la educación básica ha permitido duplicar la matrícula escolar en ese nivel, que hoy alcanza un índice por el orden de 95%, con cerca de 86% de estudiantes asistiendo a instituciones públicas.

El proceso bolivariano reconoce la vivienda como un derecho humano. En menos de dos décadas, la Revolución Bolivariana ha triplicado el número de viviendas construidas durante los 40 años de la llamada democracia representativa. Desde el inicio de la Misión Vivienda en 2011, la construcción de hogares para el pueblo no se ha detenido, a pesar de las limitaciones impuestas por la guerra económica contra el país. En diciembre pasado se alcanzó la cifra de 4.800.000 viviendas entregadas y el objetivo es alcanzar el hito de los 5.000.000 en el corto plazo.

Con la Revolución se ha pensionado a más de cinco millones de personas, lo que significa que al 100 % de las mujeres mayores de 55 años y los hombre mayores de 60 años se les reconoce este derecho fundamental. Esto contrasta con la IV República (1958-1998), cuando el número de pensionados no superó las 380 mil personas.

Los mismos principios que impulsaron los programas sociales creados por Chávez marcan las iniciativas para agregar nuevas misiones y perfeccionar las ya existentes. Así, el presidente Maduro ha fortalecido los programas de asistencia que han asegurado el suministro de alimentos al pueblo venezolano ante el impacto de las mal llamadas “sanciones” impuestas por Estados Unidos. En la actualidad, el programa CLAP entrega cada mes bolsas de comida a más de 7,5 millones de familias en todo el país.

Como resultado de esta firme vocación de atender a todos los sectores de la población –incluidos los pueblos originarios–, la Revolución Bolivariana presenta hoy ante el mundo un ejemplo de resistencia y voluntad de superación.

Venezuela en la geopolítica global

Priorizada entre los objetivos estratégicos en los Planes de la Patria 2013-2018 y 2019-2024, el rol de Venezuela en el escenario mundial tuvo un viraje significativo al pasar de la subordinación a centros hegemónicos de poder a cumplir un papel impulsor y protagónico en el desarrollo de una nueva geopolítica internacional.

La Revolución Bolivariana postula la necesaria construcción de un mundo multicéntrico y pluripolar, con un equilibrio que garantice el desarrollo armónico y la paz entre las naciones. Con esa premisa, la Venezuela de Chávez y Maduro ha sido una de las principales fuerzas impulsoras de iniciativas que han permitido el surgimiento y la evolución de una infraestructura para alcanzar una comunidad latinoamericana y del sur global realmente soberana.

Muestra de esa integración política y económica de nuevo tipo, basada en el bienestar de los pueblos, son la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), el Banco del Sur, Petrocaribe, TeleSur, entre otras.

Esa vocación bolivariana la expuso el presidente Nicolás Maduro en marzo de 2023, en el 52º Período de Sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU: “Con nuestra Diplomacia Bolivariana de Paz, asumimos con pasos firmes la construcción del nuevo mundo de iguales, de respeto, solidaridad y cooperación. Es tiempo de impulsar con fuerza la unión de los pueblos y las naciones del mundo. ¡Ese es el camino!”.

Resistencia frente a la guerra multiforme

Desde 2014, ha sido heroica la resistencia popular para sortear los graves efectos de la guerra multiforme contra Venezuela. La asfixia económica y financiera ha sido enfrentada con la decisión del Gobierno y del pueblo de no rendirse a los embates imperiales, instrumentados a través de las ilegales Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU) impuestas al país.

Sin obviar el terrible daño económico infligido por las sanciones, que redujeron en 99% los ingresos de la nación, la Venezuela bolivariana ha salido adelante con músculo propio, lo que se refleja en indicadores económicos claves como abastecimiento alimentario, control de la inflación, recuperación paulatina de la producción petrolera, entre otros.

De esta forma, pese a las MCU, Venezuela lideró el crecimiento económico de Latinoamérica en 2023 (4,5%) y se proyecta a encabezar la expansión económico-productiva regional en 2024, con un índice superior a 5%, de acuerdo con los datos y proyecciones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Retos y desafíos

Consciente de que es vital sostener los avances hacia la recuperación económica, en unión nacional, el presidente Maduro propuso, en su Mensaje Anual a la nación, impulsar siete transformaciones esenciales para el bienestar de la nación.
Esas transformaciones son:

  • Economía, mediante una transformación completa del modelo económico-productivo.
  • Independencia plena, con la actualización y divulgación de la doctrina bolivariana en sus dimensiones política, científica, cultural, educativa y tecnológica.
  • Paz y seguridad ciudadana, sobre la base del perfeccionamiento del modelo de convivencia ciudadana, el goce de los derechos humanos y la garantía de defensa de nuestros derechos sobre el territorio Esequibo.
  • Protección social, recuperación del estado de bienestar, sus misiones y grandes misiones.
  • Repolitización, impulso a la consolidación de la democracia y de la política, entendida esta como servicio público al colectivo.
  • Ecología, preservación del planeta y mitigación de la crisis climática.
  • Geopolítica, mediante la inserción y el liderazgo de Venezuela en el proceso de reconfiguración mundial.

Con la voluntad y la decisión de encarar estos desafío, el proceso revolucionario venezolano sigue el curso iniciado el 2 de febrero de 1999, dirigido a consolidar la independencia definitiva, la democracia protagónica, el desarrollo de las fuerzas productivas, la paz verdadera y el ejercicio pleno de la soberanía.

Se trata del mandato histórico retomado por el comandante Chávez para cumplir con la máxima del Libertador Simón Bolívar: “El sistema de Gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política”.

T/Despacho de la Viceministra para la Comunicación Internacional