El Pentágono ha enviado tres buques de guerra al Golfo Pérsico, donde permanecerán pendientes de la decisión del presidente de EE.UU., Barack Obama, de atacar o no contra objetivos del grupo terrorista Estado Islámico de Irak y del Levante (EIIL) en el territorio iraquí.
En un comunicado emitido el sábado, la sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos confirmó que el convoy marítimo estadounidense está conformado por un buque de guerra de 103.000 toneladas, un destructor Truxtun y un crucero portamisiles.
El portavoz del Pentágono, el contralmirante John Kirby, añadió que la orden dará una flexibilidad adicional a Obama para que considere la necesidad de una intervención militar a fin de proteger a los ciudadanos y los intereses estadounidenses en ese país árabe.
La movilización militar de Washington se produjo, mientras que el mandatario estadounidense aseguró el viernes que no enviaría tropas para combatir en Irak, es más dijo que había pedido a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en inglés) una lista de opciones para apoyar a las fuerzas iraquíes de seguridad.
El primer ministro iraquí, Nuri al-Maliki, acusa a Arabia Saudí y Catar por la crisis de seguridad y el crecimiento del terrorismo en ese país árabe, señalando que el régimen de Al Saud es un importante patrocinador del terrorismo global.
El sábado, el portavoz de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Husein Naqavi Huseini, también opinó que el EIIL es producto de Arabia Saudí, Estados Unidos y el régimen de Israel.
Desde la semana pasada, los terroristas del EIIL llevan a cabo una escalada de ataques violentos contra las ciudades norteñas de Irak, que ha resultado en la muerte de decenas de ciudadanos, ha dejado varios heridos y ha causado el desplazamiento de cientos de miles.