Al menos 42 cadáveres han sido recuperados este lunes por los equipos de rescate en el río Volga, en la república rusa de Tartaristán, luego del naufragio el domingo del crucero «Bulgaria». Más de un centenar de personas continúan desaparecidas de las 208 que iban a bordo, mientras 80 fueron rescatadas con vida.
El ministro ruso de Emergencia, Serguéi Shoigú, cifró en 128 los pasajeros desaparecidos y en 80 los rescatados tras el naufragio, al informar de la situación al presidente, Dmitri Médvedev, quien condenó severamente el incidente argumentando negligencia en el mantenimiento del barco.
Médvedev consideró el estado de la nave «no satisfactorio» y ordenó la verificación de todos los transportes de pasajeros en Rusia. «El número de cacharros viejos que navegan superan los límites», exclamó el Ejecutivo.
EL BULGARIA PUDO HABERSE HUNDIDO POR SOBREPESO
El titular del Ministerio de Emergencia, Shoigú notificó que «entrevistamos a todos los testigos que se encontraban en el barco. Hemos aclarado que en el barco había 208 personas» y agregó que el «Bulgaria» viajaba con más de 200 personas pero «teóricamente no podía embarcar a más de 120».
A las 15H00 locales (11H00 GMT) el número de cuerpos rescatados ascendía a 42 tras la confirmación de las autoridades rusas.
«Acaban de subir el cuerpo número 42», dijo a la agencia rusa Interfax, el portavoz del Ministerio de Emergencia para Tatarstán, Ruslán Fatjudínov.
En el barco, donde viajaban unos 60 niños, se fue a pique el domingo hacia las 10H00 GMT en esa zona ubicada a unos 800 kilómetros al este de Moscú, en medio de un fuerte aguacero.
«Esto no hubiera ocurrido, incluso en medio de condiciones meteorológicas difíciles, si las reglas de seguridad y los controles técnicos hubiesen sido respetados», declaró con indignación el presidente ruso luego de declarar el martes día de duelo nacional.
Respecto a las condiciones en las que zarpó el barco, construido en 1955 en la antigua Checoeslovaquia (hoy República Checa), un portavoz de la Fiscalía de Transporte de la región del Volga informó que la naviera propietaria del «Bulgaria» carecía de licencia para el transporte de pasajeros.
Dijo además que «se cometieron graves violaciones en la explotación de dicha embarcación. El exceso del número de pasajeros era de prácticamente 50 personas».
«El barco zarpó en su última travesía con el motor de babor inutilizado. El primer oficial lo confirmó. Cargó combustible sólo en la parte derecha, por lo que la inclinación del barco a estribor era de casi cuatro grados», subrayó.
El barco se hundió a tres kilómetros de la orilla y reposa a 20 metros en el fondo después de partirse en cuatro pedazos, explicó el responsable del ministerio regional de Situaciones de emergencia, Igor Panchin.