Este jueves fue inaugurado en la Base de Misiones del sector Fundocoropo, municipio Francisco Linares Alcántara, estado Aragua, el primer vivero comunal de la Misión Árbol en la entidad, donde se producirán 54.000 plantas que serán destinadas a la recuperación de cuencas hidrográficas y a los espacios productivos.
La presidenta de la Misión Árbol, Osly Hernández, destacó que en las instalaciones agroecológicas se producirán cinco tipos de plantas: de ciclo corto, forestales, frutales, medicinales y ornamentales.
«Este es un trabajo que en año y medio hemos venido desarrollando la Misión Árbol hermanada con la Misión Robert Serra y que ha tenido como fruto esta iniciativa de los mismos brigadistas que se animaron a trabajar en la cosecha», manifestó.
Hernández explicó que en el vivero las plantas de ciclo corto se germinarán de forma primaria, para luego ser utilizadas en los espacios productivos que se promoverán en las comunidades cercanas.
La construcción del vivero tuvo una inversión de 10 millones de bolívares, utilizados en la instalación de un umbráculo, área de resguardo de herramientas, un tanque de agua de 5.000 litros, un sistema de recolección de agua de lluvia, así como la dotación de herramientas y semillas.
Durante la actividad se juramentaron los integrantes de cuatro Brigadas de la Misión Árbol y cuatro de la Misión Robert Serra.
«Para nosotros es un orgullo contribuir con este elemento científico, liberador, político, estratégico y alimenticio de nuestra juventud humilde que se encuentra en nuestras Bases de Misiones», manifestó.
La presidenta de la misión resaltó que las brigadas tienen el objetivo de involucrarse en las acciones productivas de las comunidades para impulsar la soberanía alimentaria y la recuperación de espacios ambientales.
Por su parte, el viceministro de Desarrollo Productivo, Javer Salazar, expresó que en los espacios confluye el poder popular organizado y la juventud para la producción de plantas destinadas a la preservación del ambiente.
«Esta es una labor importante de recuperar nuestras cuencas donde se produce el agua. Vemos esta vez materializado este espacio tomado por la juventud desde las bases populares para el trabajo conjunto».
Yeritza Ávila, una de las brigadistas juramentada este jueves, destacó que con este vivero se cumple una importante meta: avanzar en la arborización de los espacios e involucrar al pueblo en la producción de sus propios alimentos.
«Estamos enseñando a la comunidad como sembrar, a la utilización de la semilla; hay que darle un golpe a la guerra económica. En nuestras mismas casas podemos abocarnos a esta tarea», subrayó.