6 de noviembre de 1971: El Comandante Chávez fue investido como Cadete en la Academia Militar de Venezuela

Tal día como hoy, 06 de noviembre, pero en 1971, el Comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, fue investido como Cadete en la Academia Militar de Venezuela, así lo recordó este martes el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros.

“Hace 47 años, en la Casa de los Sueños Azules, el joven Hugo Chávez era investido como Cadete al recibir la Daga de Honor de su Alma Máter. «Allí nací por segunda vez», así calificó el hecho que lo conectaría con la historia y el compromiso de rescatar y refundar nuestra Patria”, escribió el jefe del Estado venezolano a través de su cuenta en Twitter.

RECUERDOS

“Yo recuerdo clarito esos días de 1971 y 1972, ese fue para mi un ‘año monstruo’, la frase es de Nietzsche, porque fue un tiempo de nacimiento: a los 17 años comencé a nacer, a ver la luz verdaderamente, yo venía de allá (de Barinas), era un veguero”,

De esta manera, el Comandante Eterno Hugo Chávez se refería -en el año 2011- a los 40 años de haber sido investido como Cadete en la Academia Militar de Venezuela, luego de tres meses de haber ingresado a esa institución, siendo adolescente y recién graduado de bachiller.

Cuatro décadas después de su ingreso, el primer Presidente Bolivariano revelaría que entró a la academia militar con un guante de béisbol bajo el brazo y salió con el corazón y el espíritu revolucionario.

“Se dice 40 años muy fácil pero ¡cuánto ha pasado!” expresó ese día de conmemoración en 2011, cuando para revivir los recuerdos recorrió la gigantesca Colina “Gato” en Fuerte Tiuna, terreno que mil veces subió y bajó a pie cuando era cadete. Chávez caminó hacia el punto de esa colina donde se ofrece la vista más hermosa de todo el corazón del cuartel caraqueño y de las populosas barriadas en su alrededor.

Al saludar a la vida, a la ciudad que desde allí se siente, respiró profundo, rememorando a aquel joven Chávez de los 17 años, y, reflexivo, como siempre fue, describió que en este mismo cerro, cuarenta años atrás, miraba la miseria acumulada y reconoce que no andaba buscando realidad alguna sino que se consiguió con ésta que empezó a apabullarlo.

Desde ese instante algo sucedió en el cadete Chávez. En este lugar surgieron – comenta – los signos precursores de lo que se avecinaba. “Uno fue oliendo lo que venía. Varias veces sentía que el cuerpo se me espelucaba, era como un terror ante lo que se anunciaba”, dijo Chávez.

T/CO