Unos 75 mil niños podrían morir en 2017 en Nigeria por la situación de hambruna creada por la secta terrorista Boko Haram, advirtió este jueves el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Unicef lanzó esa advertencia en espera de una rápida reacción de los donantes para tratar de cambiar la situación.
‘La gravedad de los niveles de desnutrición y elevado número de niños que enfrentan la muerte crea la crisis humanitaria a enfrentar en el nordeste de Nigeria, tal vez el peor caso en el mundo’, según Arjan de Wagt, jefe de nutrición del Fondo en este país.
En declaraciones a medios de prensa estadounidenses, Wagt acuño que la mayoría de los menores muy malnutridos perecen de enfermedades secundarias como las infecciones respiratorias, pero aclaró que en realidad ‘con el hambre mueren de hambre, y eso es lo que está sucediendo’.
La desnutrición grave se halla en 20, 30 y hasta 50 por ciento de los niños en los bolsones de la región septentrional, apuntó el funcionario.
El jueves Unicef aumentó sus activos dispuestos para Nigeria -de 115 millones de dólares pasó a 150 millones- que se requieren para salvar a los niños cuyas ‘vidas están literalmente pendiendo de un hilo’.
Según la agencia de ONU, cerca de 750 mil personas que viven en áreas poco accesibles no podrán recibir ayuda de este año por la falta de capital humanitario.