Luego de la preocupante cifra de 79 decapitaciones ejecutadas en el año 2013 en Arabia Saudita, país aliado de Estados Unidos, en el 2014 aumentó un 10% con el reciente récord de 87 decapitaciones, tras un incremento desde agosto por delitos como “contrabando de drogas, brujería o hechicería”.
Según informó BNO News, un hombre paquistaní condenado por contrabandear una gran cantidad de heroína fue decapitado en Arabia Saudita, según informó el gobierno el miércoles, desconsiderando las preocupaciones planteadas por activistas de derechos humanos y aumentando a 87 el número de personas ejecutadas en el país este año.
En un comunicado, el ministerio de Relaciones Interiores saudí expresó: “El Ministerio del Interior le recuerda al público que el Gobierno del Custodio de las Dos Sagradas Mezquitas (el Rey Abdullah bin Abdulaziz Al Saud) – que Allah lo proteja – continúa la lucha contra las drogas de todo tipo, ya que inflige un daño grave en el individuo y la sociedad. Las más severas sanciones a los autores se derivan del planteamiento justo de la Ley Islámica”.
La decapitación del miércoles se suma a una oleada de ejecuciones que se inició en agosto, enfureciendo a las organizaciones de derechos humanos debido a que muchos de los muertos fueron declarados culpables por delitos no mortales. “Cualquier ejecución es terrible, pero ejecuciones por delitos como el tráfico de drogas o brujería que no dan lugar a ninguna pérdida de vida son particularmente atroces”, dijo Sarah Leah Whitson, de la organización Humans Right Watch a principios del 2014.
La organización de derechos humanos también expresó su preocupación luego que cuatro miembros de una familia fueron decapitados el mismo día en agosto por simplemente poseer hashish. “El reciente aumento en ejecuciones en Arabia Saudita es un deterioro profundamente perturbador. Las autoridades deben actuar de inmediato para detener esta práctica cruel”, expresó Said Boumedouha, de la organización Amnistía Internacional.
Al menos 87 personas fueron ejecutadas en Arabia Saudita en 2014, luego de 79 ejecuciones en 2013. El reino aplica la pena de muerte a un gran número de delitos, incluyendo delitos de drogas, apostasía, hechicería y brujería. Tanto la hechicería como la brujería no figuran como crímenes pero se han utilizado para procesar a personas por ejercer su derecho a la libertad de expresión o de religión, según informan activistas de derechos humanos.