Nuestras Raíces | Batallas de Columbus (Opinión)

Pancho Villa venía de ser derrotado por las fuerzas carrancistas. Venustiano Carranza, por intermedio del general Álvaro Obregón, había derrotado a las fuerzas villistas contundentemente. Ya poco o nada quedaba de aquella poderosa División del Norte que había llegado hasta Ciudad de México colmada de triunfos. Las batallas memorables de Ciudad Juárez, Chihuahua, Torreón, Saltillo y Zacatecas daban paso a los desastres de Celaya, Trinidad y León.

Carranza se había impuesto, pero no se puede negar que en parte fue gracias al apoyo que le brindó el Gobierno de Estados Unidos. Pancho Villa era consciente de ello y eso fue suficiente para que el general mexicano –patriota y revolucionario– incrementara más aún su odio al imperialismo estadounidense.

Con pocos hombres pero con gran decisión planificó la toma de la ciudad de Columbus, en territorio de Estados Unidos. Algunos dicen que fue solo para capturar a un vendedor de armas que lo había estafado en la guerra contra Carranza, otros afirman que fue para vengar a unos mexicanos que “accidentalmente” habían sido quemados vivos por los estadounidenses cuando los desinfectaban con querosene. También hay quienes entienden que la acción punitiva fue para provocar una invasión yanqui a territorio mexicano.

Lo cierto es que el 9 de marzo de 1916 casi 600 villistas atacaron Columbus. Hubo bajas de ambos bandos –aunque muchas más mexicanas– y la quema de un hotel y algunas casas. No fue una operación brillante desde el punto de vista militar, el impacto fue más que nada político.

Estados Unidos envió 10 mil hombres a perseguir a Villa, invadiendo así territorio mexicano. Carranza dejó hacer. Los yanquis estuvieron casi un año buscando a Villa, pero éste se burló permanentemente de sus perseguidores de mil maneras, seguramente reflejadas de manera magistral a través de corridos y rancheras que aún se escuchan.

Así Villa pasó a la historia no solo como un valiente patriota y revolucionario, sino también como uno de los pocos que enfrentó al ejército imperialista en el propio territorio estadounidense.

T/ Fernando Bossi