El economista Carlos Lazo, director del Instituto de Investigación Bolívar-Marx, acusó a la burguesía venezolana de presuntamente valerse de “la especulación comercial para garantizar su modelo de acumulación de capital”.
“Ante el fracaso de sus intentos por aumentar la productividad de sus ineficientes empresas y la ventaja de poder influir en los precios mediante la escasez programada o acaparamiento”, los empresarios habrían optado por esa práctica, declaró Lazo, entrevistado por Alfredo Oliva en el programa Construyendo la Utopía, que transmite YVKE Mundial.
“La guerra económica es la manera de acumular ganancias por parte de una burguesía venezolana” en este momento, a juicio de Lazo. “En el año 1989 (la burguesía) llegó a tener una tasa de ganancia de 2%”, comentó, pero denunció que “en estos últimos 15 años, a pesar de que se ha incrementado la producción de alimentos, comparativamente a lo que se producía en el siglo pasado, como aliada de factores políticos opositores, los acapara para generar malestar”.
MODELO BURGUÉS FRACASÓ
Lazo sostuvo que “la burguesía sigue el mismo modelo productivo fracasado y agotado, el cual no han podido transformar a pesar de los millones de dólares que el gobierno ha otorgado en créditos para un aparato industrial que sigue siendo ineficiente por sus altos costos de producción”.
“Los problemas de ineficiencia de la industria privada nacional obliga a estos empresarios a privilegiar un modelo de acumulación de capital basado en la especulación cambiaria, monetaria, financiera y comercial”, afirmó el economista y militante del Partido Comunista de Venezuela.
Aseguró que “el aparato productivo fracasado de la burguesía, junto a su modelo de acumulación que transitó hacia la especulación, queda en evidencia en el acaparamiento masivo de productos de primera necesidad en galpones e infraestructuras privadas”.
IMPORTAR Y NO PRODUCIR
En cuanto a los problemas del sector productivo, Lazo recordó que “desde los años 60 del siglo pasado se le confirió a la cúpula empresarial asumir la responsabilidad de importar aquello que no se producía, lo cual les convirtió en parásitos pues sin autonomía productiva y sin capacidad tecnológica necesitan que el gobierno les dé los dolares que requieren”.
“Es una burguesía que no pudo construir un aparato tecnológicamente autónomo desde la época de Juan Vicente Gómez. Siempre vivió de las importaciones. Después de 60 años desde el inicio del proceso de sustitución de estas, se comprueba el fracaso de la burguesía como clase social”, sentenció.