Por Ingrid Rada|Seguimos viendo prejuicios (Opinión)

Quiero comenzar este escrito con un segmento del poema en el umbral de los íntimos amaneceres de un compañero cubano, que ha desbordado su sensibilidad homosexual en poemas excelentes, su nombre es Ramón Elías Laffita, cuyo verso lo coloca entre las más importantes voces de la poesía de su generación en Cuba, a decir de Guillermo Rodríguez Rivera, en su libro sótanos con olor a brea.

Decía Lenín en 1919: “La mujer continúa siendo esclava del hogar, a pesar de todas las leyes liberadoras, porque está agobiada, oprimida, embrutecida, humillada, por los pequeños quehaceres domésticos, que la convierten en cocinera y en niñera, que malgastan su actividad en un trabajo absurdamente improductivo, mezquino, enervante y fastidioso”.

Esto lo traigo a colación porque en pleno siglo XXI, donde existen avances tecnológicos que ni hubiésemos soñado hace 50 años atrás, en que se fabrican armas invisibles, que se estudia la posibilidad de establecer vida en otros espacios del universo, seguimos viviendo lo que detallo a continuación:

a)Por qué a estas alturas las mujeres debemos seguir luchando y mendigando leyes para poder decidir de manera autónoma sobre nuestros cuerpos, llámese: 1) interrupción del embarazo sin consecuencias legales, sanitarias, psicológicas y vitales; 2) decisión acerca de si queremos que los presupuestos de salud “con visión de género” se realicen para comprar vacunas que no garantizan su supuesto objetivo como es el caso del VPH, mientras carecemos de contraceptivos para controlar y decidir la cantidad de hijos e hijas que queremos tener;.

b)Por qué a pesar de tener la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia desde 2007, aun no se acondicionan los centros de salud para que las mujeres no sigan pariendo en posición supina.

c)Por qué y quién o quiénes decidieron que el término a utilizarse en el delito de crimen a la mujer fuese Femicidio y no Feminicidio, con las responsabilidades que este último implica.

La liberación de las mujeres pasa por romper con todos los prejuicios, estigmas y tabúes.

Feliz mes de la No Violencia Contra la Mujer.