Tras la prohibición de dos organizaciones sociales de EEUU en Rusia, las autoridades rusas declararon el viernes «indeseable» a la institución estadounidense USRF.
La fiscalía rusa anunció que «después de haber examinado los documentos recibidos» había decidido «declarar indeseables las actividades» de la Fundación para el Progreso Económico y el Estado de Derecho (USRF, por sus siglas en inglés) en el territorio de la Federación de Rusia.
La instancia judicial rusa agregó, asimismo, que la mencionada fundación norteamericana, que opera en el territorio ruso desde 2009, «participa en el proceso político» financiando a Organizaciones No Gubernamentales (ONG) rusas.
Actualmente, se espera que el Ministerio ruso de Justicia se pronuncie respecto a la polémica desatada por la USRF, cuyo objetivo declarado es desarrollar el sector privado en el país euroasiático.
Si bien la USRF todavía no ha reaccionado ante la decisión de la fiscalía rusa, el embajador estadounidense en Moscú, John Tefft, la tildó de «un paso más hacia el aislamiento del pueblo ruso del mundo».
En virtud de una ley firmada en mayo pasado por el presidente ruso, Vladimir Putin, se puede declarar «indeseables» a organizaciones extranjeras, para luego prohibir sus actividades.
En este sentido, la Oficina del Fiscal General de Rusia consideró a finales del pasado mes de noviembre a la organización estadounidense Open Society Institute, de George Soros, y otro organismo afiliado, como grupos indeseables, y prohibió a los ciudadanos y entidades rusos participar en cualquiera de sus proyectos.
El Kremlin adopta tal medida en respuesta a las sanciones económicas antirrusas adoptadas por EEUU y la Unión Europea (UE) por la supuesta involucración de Moscú en la crisis de Ucrania. Rusia rechaza en los términos más enérgicos las acusaciones occidentales en su contra.