Entre varias ex mises venezolanas del universo, la maquinaria de Hillary Clinton escogió a Alicia Machado para confrontar a Donald Trump ante los electores latinos.
Seleccionó a la ex reina más vulnerable desde el punto de vista político, personal y mediático.
Los laboratorios de propaganda negra republicanos la volvieron papilla y allí entró la candidata Clinton como la “justiciera”.
Pero, ni rescató a la chica del foso de los leones al que la lanzó, ni Florida se lo agradeció.