“Se inscribió el nuestro”

Nicolás Maduro pasó por la plaza O’Leary seguido por una impresionante y bulliciosa multitud, que media hora después continuaba desfilando, voceando consignas y con pancartas en alto. Desde una camioneta despejada, llena de cables, cornetas y equipos de sonido se escuchó una voz femenina: “Se inscribió el nuestro”. El chaparrón de pueblo continuaba pasando por la plaza O’Leary, espacio que con el conjunto escultórico conocido como Las Toninas, de Francisco Narváez, bañadas en agua, está considerado uno de los más hermosos de Caracas.

En la mañana, el Presidente acudió al Cuartel de la Montaña para rendir tributo al comandante Chávez.

La caravana, que había partido del Palacio de Miraflores pasado el mediodía, cruzó a la izquierda por Pagüita, dejó atrás las escalinatas de El Calvario, y dobló a la izquierda por la O’Leary. El vehículo que llevaba a Nicolás Maduro, a Cilia Flores, al teniente Escalona y a colaboradores cercanos se perdió de vista entre el bullicio y el gentío, rumbo a las cercanías de la plaza Diego Ibarra, donde lo esperaba otro río de gente, antes de que entrara a las oficinas del Consejo Nacional Electoral. Hasta el Chapulín Colorado estuvo por allí, aunque sin el garrote de plástico con que golpea a los malos, y que él llama el “chipote chillón”.

“Que vean estos escuálidos, que vean esta marcha que se está dando a favor del Presidente obrero. El 22 de abril nosotros vamos a esa elección, y si ellos no van, que se pudran en un hueco”, dijo Asunción Hernández, mientras contemplaba el interminable desfile de gente que llegaba a la plaza Diego Ibarra.

Micaela Angulo lanzó bendiciones y expresó que “Dios lo cuide”, mientras le aconsejó que se proteja de los traidores y que condene y castigue a aquellos que se han robado el dinero del pueblo.

La marcha de acompañamiento a la inscripción de Nicolás Maduro derivaría a lo largo de la jornada en una manifestación de fe y apoyo a la Revolución Bolivariana, de reafirmación patriótica transformada en una postura antiimperialista. Se gritaron consignas contra la injerencia del imperio estadounidense y de su presidente Donald Trump.

“Hoy se inscribe el pueblo. Se inscribe la patria”, dijo uno de los animadores montado sobre la tarima en el sector de Pagüita.

Con el corazón en la mano

Frente a Miraflores, en El Calvario, en Pagüita, en la O’ Leary se concentraron los sectores y movimientos sociales nacidos en revolución: la Milicia, con su típico sombrero y uniforme color caqui, el Movimiento Somos Venezuela, la Misión José Gregorio Hernández, el Plan Chamba Juvenil, Estudiantes Inces, Misión Robinson, trabajadores de la Cancillería.

Entre la multitud, que colmó todas las cuadras entre Miraflores y la plaza Diego Ibarra, iba gente de condición humilde, los rostros del barrio, de los cerros. Portaban las pancartas de las misiones que los han beneficiado, o del CLAP que lleva los alimentos.

“Estoy aquí porque creo en la Revolución, yo amo la Revolución. Todo lo que Chávez nos dejó en el Plan de la Patria, Nicolás lo está impulsando. A los escuálidos, a los imperialistas, los que les interesa es el dinero, los recursos naturales de Venezuela. Y Trump que se pudra y los ricos de cuna que se vayan para el hueco también”, señaló Asunción Hernández.

Elliot Godoy andaba con un cartel informativo, agarrado por un mango de madera, con los rostros de Chávez, Bolívar, Maduro y una imagen del petro.

Explicó que la pancarta alude al momento histórico que estamos viviendo: “Primero, la reelección del único hombre que ha sentido en profundidad lo que significa defender el legado de Hugo Chávez Frías es Nicolás Maduro Moros. Ese hombre anda con el corazón en la mano, como lo hizo Chávez, para defender al pueblo nacional e internacionalmente. Por otro lado, él, como protector del pueblo, crea una serie de condiciones, de mecanismos, para poder derrotar este terrorismo que tenemos en Venezuela”.

Aseguró que con la creación del petro y el petro oro se derrotaría el boicot económico.

“El 27 de febrero el pueblo se volcó a la calle a buscar alimentos, porque había alimentos en los anaqueles, pero no había poder adquisitivo para comprarlo. Entonces, el pueblo tuvo que salir y lo masacraron”, dijo.

Godoy se sitió complacido y estimulado por la presencia de una gran cantidad de jóvenes en la marcha.

“Mira como está esto de juventud “, exclamó , “alegres, contentos. Yo a pesar de mis 70 años me siento un muchachito y ando en la calle con mi propaganda, haciendo ejercicio de activismo político para que el pueblo vea que con Nicolás Maduro y Chávez nos pusimos las botas. Ese pueblo anda en la calle ingeniándosela para derrotar ese imperio perverso. Maduro va a ganar con más de diez millones de votos”, señaló don Elliot.

T/ Manuel Abrizo, Ildana Pacheco
F/ Roberto Gil, Jonathan Manzano, Héctor Rattia