En esta oportunidad la emblemática pieza de Gilberto Pinto es interpretada por Raimundo Mijares y dirigida por Costa Palamides
_________________________________________________________________
“¿Saben lo que voy hacer? Me dedicaré a andar delante de mí, siempre derecho, hasta conseguir un lugar donde pueda vivir, trabajar y amar en paz. Un lugar en donde los hombres se quieran y se respeten, en donde el amor no traiga como lastre la traición, en donde el trabajo sea digno y sirva para algo. Si algún día lo encuentro les avisaré. Y si no, ¡vendré a decirles que no existe y que debemos luchar hombro con hombro para hacerlo!…Tal vez entonces nos liberaremos de la angustia”.
Lo anterior es un extracto de El hombre de la rata, unipersonal original del destacado dramaturgo venezolano Gilberto Pinto que completará las últimas dos últimas funciones de su más reciente temporada mañana sábado 29 y el domingo 30 de septiembre, en el laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, en Caracas.
De acuerdo a una nota de prensa para promocionar el montaje, esta obra se estrenó hace 55 años, en septiembre de 1963, en la Sala de Conciertos de la UCV, con la actuación de su autor bajo la dirección de Pedro Marthan.
En esta oportunidad el texto es interpretado por el actor y productor Raimundo Mijares bajo la dirección de Costa Palamides, en una variación de un montaje que se inició en 1991 con presentaciones en el Festival de Oriente y posteriormente en la Concha Acústica de Porlamar, en Margarita, en el Teatro Nacional y el Teatro Cadafe, en Caracas.
DRAMA CON HUMOR NEGRO
En conversación con el Correo del Orinoco Raimundo Mijares comentó que el texto de Pinto contiene elementos propios del descarnado expresionismo escénico y del teatro político, que sirven de soporte narrativo para contar, con toques de humor, un drama humano universal vinculado a la pérdida de los valores, la corrupción, la violencia de un sistema político y social degenerado.
Isidro Peraza es un hombre esquizofrénico y paranoico agobiado por una vida absurda y caótica, oprimida por una sociedad de consumo. Siente que una rata, la cual de manera abrupta se ha hecho gigante, lo acosa constantemente.
“A través de un lenguaje violento y escatológico, este hombre (quien se presenta animalizado y con actitudes propias de una rata) le transmite al público las agresiones a las que ha estado sometido por parte del entorno”, escribió sobre la obra el investigador José Leonardo Ontiveros en un trabajo sobre la dramaturgia de Pinto publicado por la UCV.
La obra “es una confesión y una comunión con la esencia del hombre que aún perdura en la actual civilización marcada por el terror y lo bélico. Está muy divertida, pero al mismo tiempo hace una radiografía sobre las profundidades políticas y sociales del sistema global”, apuntó Mijares.
VIGENTE Y UNIVERSAL
A pesar de haber sido estrenada hace cinco décadas y media, la pieza de Pinto que, de acuerdo al actor se mantiene intacta en este montaje, mantiene su vigencia, evidente en sus recurrentes presentaciones no solo en Venezuela, sino además en Latinoamérica en general.
Por solo citar algunos escenarios, El hombre de la rata ha tenido diversos montajes en el Festival Internacional de Teatro de Caracas, con funciones en los teatro Catia, San Martín, Celarg y Rajatabla, entre otros.
En el plano internacional destaca la consecuencia con este texto de Gilberto Pinto del actor mexicano Víctor Hugo Galván, quien se ha presentado en más de 650 ocasiones con este unipersonal en 22 estados de su país natal y en escenarios de Cuba, Panamá, Ecuador, Colombia y Perú.
Las dos últimas funciones de la más reciente temporada de este montaje dirigido por Costa Palamides, con iluminación de Víctor Villavicencio y producción de Teatrela y Raimundo Producciones, serán los días 29 y 30 de septiembre, a las 4:00 p m en el Teatrino del Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, ubicado en la avenida México, cerca de la estación del Metro Bellas Artes y al lado de la entrada del estacionamiento del Hotel Alba Caracas.