Y el imperio recula. Las canaimitas, laptops creadas por Hugo Chávez para los escolares del país,
son parte del engranaje con que penetró el sistema electoral de EEUU y puso a perder al inconsolable Trump.
El pueblo yanqui cree esta diabólica versión,
como creyó lo de las armas de destrucción masiva que permitió a su país asesinar a un millón de iraquíes.
Las cadenas mediáticas también la creerían si así se lo ordenara el complejo industrial-militar.
Hasta J.J Rendón podría meterse otros dolaritos organizando una “Operación Gedeón” contra el partido demócrata de Joe Biden.
En la vieja Europa se preguntan: si creímos que un tal Guaidó era un presidente, ¿por qué dudar lo de la conspiración de las Canaimitas de Chávez, mucho más cuando todas las opciones, según Trump, estaban sobre la mesa?