Las fuerzas leales a Muammar Al Gaddafi mantuvieron este miércoles el control de las ciudades Sirte y Bani Walid, pese a fuertes arremetidas de unidades rebeldes apoyados por la aviación invasora de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), cuyos partes de guerra manipulan deliberadamente la realidad militar de Libia.
Los insurrectos bajo el comando del autodenominado Consejo Nacional de Transición (CNT) no consiguieron avances significativos en Sirte, tierra natal del líder libio ubicada en la costa mediterránea.
Las tropas rebeldes tampoco pudieron realizar incursiones importantes en Bani Walid, a unos 150 kilómetros al sureste de Trípoli (capital), debido a la resistencia encontrada.
Testigos citados por medios alternativos refirieron que los sublevados concentraron más hombres, tanques, carros blindados y otros arsenales en torno a las referidas urbes, siempre apoyados por aviones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Sin embargo, las operaciones militares están prácticamente inamovibles desde hace dos días dada la potencia de fuego mostrada por seguidores de Gaddafi, quien desde un lugar desconocido continúa alentando a luchar contra «traidores y agresores extranjeros».
Algunos voceros de los sublevados atribuyeron la falta de progresos en la batalla por Sirte a la efectividad de francotiradores y de la artillería pesada de los fieles al evadido líder libio, quien cuenta con el respaldo del Ejército, civiles armados y jefes tribales.