Unas 480 personas fueron detenidas este domingo tras los incidentes durante las protestas por la cumbre del G-20 que se realiza en la canadiense ciudad de Toronto, según informaron fuentes policiales.
«Para el día de hoy numerosos manifestantes ya fueron acusados formalmente», añadió el portavoz del equipo integrado de seguridad, Gillian Van Acker, quien no ofreció cifras detalladas.
Este sábado tras varias protestas, numerosos jóvenes manifestantes fueron detenidos y esposados en plena calle.
Van Acker, indicó que la Policía continuará presente este domingo en el centro de la ciudad, donde un amplio perímetro de seguridad en torno a la sede de la cumbre, impide el paso a vehículos y peatones.
Testigos afirman que más de 10 mil manifestantes marcharon en la ciudad para exigir a los países ricos y emergentes que adopten medidas sociales contra el desempleo.
Sin embargo, el vocero del primer ministro canadiense, Stephen Harper, Dimitri Soudas, responsabilizó de los incidentes a «un puñado de delincuentes que escogieron la violencia para expresar sus divergencias con los dirigentes del G-20».
Desde la alcaldía de Toronto, se informó que hay algunos detenidos que afrontan cargos como obstrucción a la justicia y destrucción de propiedad. Autoridades locales reabrieron algunas vías de comunicación y estaciones del subterráneo que habían sido cerradas como medida preventiva.
Varias Organizaciones No Gubernamentales rechazaron las conclusiones de las Cumbres, al considerar que son ineficientes las respuestas que dan temas como el medio ambiente o el combate a la pobreza.
El presupuesto de este dispositivo de seguridad, que incluye la Cumbre del G-8, que finalizó este domingo en la ciudad de Muskoka, a unos 200 kilómetros al norte de Toronto, es de unos mil millones de dólares, una cifra que según medios de comunicación locales ha sido calificada de excesiva.