Columna El correo de los derechos|Atención a víctimas: deuda impostergable (Opinión)

Como parte de la transformación del modelo policial venezolano y entendiendo que una de las dimensiones más sensibles del problema de la violencia radica en las secuelas que la misma deja en las víctimas, se creó en el año 2010 la figura de las Oficinas de Atención a la Víctima en los Cuerpos de Policía, guiadas por un conjunto de normas y principios para la atención a las víctimas del delito y el abuso policial.

Estos principios se orientan a garantizar a las víctimas el acceso a la justicia, informando de manera inmediata a los interesados sobre el procedimiento a seguir; utilizando estrategias y técnicas para la solución de conflictos; brindando la debida asistencia y un trato justo, digno y respetuoso, protegiendo la intimidad y seguridad de las víctimas, sus familiares, testigos y demás sujetos procesales, contra todo acto de intimidación y/o represalia.

Debe ser una atención realizada con celeridad y con acceso a información oportuna en todas las fases del proceso.

Las Oficinas de Atención a las Víctimas en los Cuerpos de Policía tienen como atribuciones la recepción, trámite, registro, evaluación, asistencia y protección de la víctima en los casos de delitos y abuso policial.

De acuerdo al artículo 6 de la resolución que rige la creación de estas oficinas, cuando las mismas reciban denuncias por abuso policial, deberán remitir el informe a la Oficina de Control de Actuación Policial del cuerpo de seguridad correspondiente, con el fin de que se investigue el caso.

Esta última instancia debe mantener informada a la Oficina de Atención a la Víctima sobre el estado de la averiguación y la decisión que se tome, garantizando la disponibilidad de la información en caso de que la víctima lo requiera.

Se consideran víctimas de abuso policial aquellas que han sido objeto de algún delito, actos arbitrarios o abusos cometidos por una funcionaria o un funcionaro policial con ocasión del ejercicio de sus funciones.

Lograr el efectivo funcionamiento de estas oficinas es tarea impostergable de un Estado revolucionario.

Pero aún no se logra consolidar esta figura en las instituciones policiales del país. Y de más está decir que un eje vertebral de la política de seguridad que nos legó el comandante Hugo Chávez en la Gran Misión a Toda Vida Venezuela tiene que ver con pagar esta deuda histórica que es la correcta, justa y oportuna atención a nuestro pueblo.

T/ Pablo Fernández Blanco
pabloefb@yahoo.com