Un día como hoy, pero en 1994, se produjo una de las pérdidas más dolorosas y trágicas de la Fórmula 1. El GP de San Marino se enlutó por la muerte de la leyenda más grande del mundo de las monoplazas. Ayrton Senna se fue de este mundo dejando un gran legado y mayor controversia por su fallecimiento.
El mencionado circuito fue un episodio fatídico para la Fórmula 1. Desde los ensayos previos y la clasificación la tragedia rondó al punto que produjo la muerte de Roland Ratzenberger por una colisión. Sin embargo, la organización no suspendió la carrera y esta se corrió con la presencia de Ayrton Senna, quien no estaba muy seguro de competir, pero que al final se animó.
El entonces piloto de 34 años, y con tres mundiales encima, participó en el circuito que comenzó de la peor manera. Dos corredores impactaron, por lo que tuvo que salir a flote el auto de seguridad, pero de igual manera la carrera fue relanzada.
Así, el nacido en Sao Paulo, corrió en la pista de San Marino, hasta que llegó la fatal segunda vuelta. En ese instante, su Williams FW16-B colisionó contra las barreras, cuando llegó el equipo médico ya era demasiado tarde.
Todo el mundo lamentó la pérdida del talentoso piloto y las miradas se dirigieron a Adrian Newey, quien tuvo que afrontar un juicio, debido a que había ordenado la modificación de la barra de dirección apenas dos días antes de la carrera, que se rompió y perforó el casco y el cráneo de Senna, por lo que se descartó que el sudamericano haya perdido el conocimiento.
Un informe de la Universidad de Bolonia demostró que tal barra de dirección ya había cedido en la vuelta de calentamiento y solo quedó soldada una pequeña parte que se rompió durante la segunda vuelta.
Sin embargo, Newey y su equipo no fueron condenados, debido a que “ellos no tenían responsabilidad jurídica”. Años más tarde, en el 2007, se reabrió el proceso y se determinó que la causa de la muerte de Ayrton Senna no solo fue por la mala soldadura de la barra de dirección, sino en el propio diseño, cuya responsabilidad recayó en Patrick Head, quien fue sentenciado a siete años de cárcel, pero no cumplió la condena, porque la decisión llegó 14 años después.
El deceso de Ayrton Senna produjo que la FIA obliga a la existencia de más elementos de seguridad, desde más protecciones del casco de los pilotos hasta la construcción de muros con materiales que amortigüen, pasando por las ruedas que debían estar ancladas al chasis a través de un cable para evitar que salgan volando.
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