En el marco del ciclo de tertulias organizado por el Instituto de las Artes Escénicas y Musicales que conmemora el aniversario de esta institución bajo el título A-puestas en Escena, este jueves 12 de marzo de 2020, interactuaron con trabajadores y público en general, Carlos Arroyo, Oscar Acosta y Rodolfo Porras para disertar sobre el diagnóstico y retos del teatro venezolano para la década 2020.
En el encuentro moderado por Héctor Ruiz, se plantearon las circunstancias que hasta los momentos dificultan un análisis objetivo sobre el comportamiento del los espectadores de la escena nacional. Al respecto Acosta, señaló que “la medición del movimiento teatral es casi imposible encontrarla, a pesar que estamos en presencia de una abundante actividad cultural al menos en Caracas nuestra referencia más inmediata, no es posible constatar con cifras el fenómeno”. Esto, a juicio del investigador y promotor cultural puede obedecer a que la forma para difundir y reconocer la actividad teatral se concentra en las redes sociales las cuales son severamente imprecisas.
Durante su intervención hizo mención al decrecimiento en las membrecías de los centros de formación y grupos teatrales reconociendo el esfuerzo que realizan las agrupaciones que persisten en el quehacer escénico “La gente que queda haciendo teatro hace más teatro” sentenció Acosta. Por otra parte, el también cronista teatral manifestó sus preocupaciones ante la deserción de los jóvenes que se aplican en las tablas, por lo que exhorta a la creación de estímulos morales y éticos como pilares de la política cultural. Finalmente se expresó en favor de la necesidad de generar repertorios que reflejen temas que encaren realidades tales como la corrupción y otros flagelos que afectan al país. “¡El teatro es el arte social por excelencia!” exclamó.
Carlos Arroyo, presidente de la Compañía Nacional de Teatro reflexionó en torno a la dificultad de reunir personas para el análisis del hecho teatral. Al tiempo que planteó la necesidad de generar condiciones para la efectiva discusión, siendo que en los últimos años los problemas del teatro continúan siendo los mismos y la alternativa es que continuemos haciendo teatro.
Ante el reto de reinventar las artes escénicas, Arroyo explica que se repite un teatro tradicional pues “la gente añora lo que conoce y teme a la incógnita de una nueva teatralidad”. Los espacios de discusión suelen disfrutar de la problematización mientras “buscamos una referencia tradicional en un país que ha cambiado”.
El también director de entre otras piezas “Peludas en el Cielo” señaló que el teatro venezolano goza de buena salud y que el elemento público pocas veces se discute por lo que si deseamos mantener el teatro debemos aprovechar cada oportunidad que nos permita discutir sobre la audiencia.
El encuentro cerró con la participación del dramaturgo Rodolfo Porras, quien increpó a la audiencia sobre la coincidencia en un espacio para discutir sobre el teatro y la necesidad tanto de público como actores de asistir al teatro “vienen a lo mismo”. Para él, es fundamental que entre el público y el teatro se establezca una relación pues si el discurso es vacío, ese vacío se reflejará en las butacas.
No pueden considerarse los encuentros para abordar estos temas como una lista de chequeo ni como un balance de gestión. “El teatro no puede ser un checklist”.
A su juicio la audiencia es algo relativo pues el teatro ya no puede ser concebido como una actividad de masas.
El público presente tuvo oportunidad de ofrecer propuestas en torno a manejos que permitan el uso de tecnologías de información y comunicación para mejorar la convocatoria a las salas así como a fortalecer instancias alternativas, no convencionales, comunitarias y populares para sensibilizar a los futuros espectadores.