El abogado de Weinstein: “Acostarse con una actriz para impulsar su carrera no es una violación”

Weinstein y su sofá de casting...tradición en Hollywood

Esta noche tendrá lugar la 90 edición de los Oscar, la gran noche del cine en Hollywood. Promete ser una ceremonia plagada de reivindicaciones feministas después de un año plagado de escándalos sexuales. El productor Harvey Weinstein seguramente será la diana de las críticas después de que decenas de actrices lo acusaran de haber abusado de ellas.

A pocos días del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, antes llamado Día de la Mujer Trabajadora, debido la decisión de la ONU de institucionalizarlo en 1975,​ y que conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona, es cuando el abogado de Weinstein, Benjamin Brafman, echa más leña al fuego.

El letrado estadounidense asegura en una entrevista con The Times que las prácticas de su cliente pueden ser poco éticas, pero no son delito. “Si una mujer decide que necesita acostarse con un productor de Hollywood para avanzar en su carrera, y lo hace a pesar de que lo considera repugnante, esto no es una violación”, sostiene Brafman. A su juicio, ni siquiera constituye “un crimen”.

Para defender a Harvey Weinstein, su abogado insiste en la idea de que su cliente no ha sido el primero en pedir favores sexuales a mujeres a cambio de impulsar su carrera artística. “El sofá de los castings en Hollywood no se lo inventó Weinstein (…) eso ya se hacía antes de que él naciera”, manifiesta.

Las prácticas de “el gran jefe” de Hollywood, quien siempre sostuvo que eran relaciones consentidas, han sido condenadas duramente por toda la opinión pública, pero su abogado cree que “al final de la investigación se revelará claramente que Weinstein promovió a más mujeres a papeles importantes que cualquier otro responsable del sector”.

El jurista pretende justificar con la lamentable frase, «el sofá de los castings en Hollywood no se lo inventó Weinstein», la tradición de no valorar a las actrices por su capacidad profesional, por su talento, sino por «acceder» a brindar sus favores sexuales al productor de turno. Lo que evidencia esto, es la práctica reiterada de «violación y abuso sexual» que ha reinado en la industria del cine en los Estados Unidos, ya que no lo «inventó Weinstein» como dijo su abogado.

Benjamin Brafman es el abogado de Harvey Weinstein
Benjamin Brafman es el abogado de Harvey Weinstein (Brendan Mcdermid / Reuters)

Esto es comparable con un jefe, en el ámbito laboral de una empresa, que diga para el desarrollo profesional de una mujer, para ocupar un cargo de mayor responsabilidad, primero debe pasar por «su oficina» en horas de la noche, cuando se haya retirado el resto del personal.

Los escándalos sexuales de Harvey Weinstein propiciaron el movimiento #metoo  (yo también) y sirviendo para que todas las que se han sentido acosadas en el trabajo se atrevieran a contar su infierno. La primera mujer que denunció públicamente a Weinstein por acoso y violación en 2004 fue la actriz Lucia Evans, pero tras ella empezó un goteo constante con ilustres nombres como: Gwyneth Paltrow, Cara Delevingne, Salma Hayek, Angeline Jolie, Rosanna Arquette o Asia Argento.

El nombre de Harvey Weinstein estará en la cabeza de mucho de los participantes esta noche en la gala de los Oscar, pero él este año no aparecerá por ahí por primera vez en mucho tiempo. Sus escándalos sexuales han hecho que quede excluido de todo lo relacionado con la industria del cine.

F/CO con información de lavanguardia.com
F/AFP