Por Fernando Travieso|Acertada visión estratégica en la Faja (Opinión)

Desde que en 1908 la flota de guerra mas moderna y poderosa para la época, la británica, cambio el combustible de sus navíos de carbón a petróleo, comienza la era petrolera.

Seis años antes, entre diciembre 1902 y febrero 1903 fueron bloqueadas las costas venezolanas, con la participación del Reino Unido y Alemania, las dos potencias que se enfrentarían abiertamente en 1914 durante la I Guerra Mundial.

Durante los años del bloqueo existían buques experimentales a petróleo, del cual carecían las potencias dominantes europeas, siendo Venezuela ya famosa por sus amplias reservas del hidrocarburo.

De igual forma, durante la II Guerra Mundial, la invasión alemana a Rusia tenía por objetivo tomar el control de los campos petroleros del Cáucaso ante el agotamiento de sus fuentes en Rumanía, derivando en la batalla de Stalingrado o Volgogrado actualmente, dando inicio al avance ruso hasta Berlín.

El control territorial de los yacimientos petroleros es una constante de conflicto, desde el siglo XX y lo que va del XXI, con los grupos terroristas del Medio Oriente a la vanguardia, creados por la geopolítica occidental para desintegrar los Estados Nación y controlar sus recursos naturales.

La Faja Petrolífera del Orinoco Hugo Chávez Frías es un objetivo de esos mismos poderes, en un mundo en el que el consumo de petróleo es superior a los nuevos descubrimientos y no existe sustituto de igual calidad, por lo que la creación de una Unidad Especial para la Defensa Integral de la Faja por parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) es un profundo acierto estratégico.

Mientras la derecha transnacionalizada responde a los intereses de las grandes corporaciones petroleras, verdaderas dueñas del poder en Occidente, los patriotas planifican en función del Primer Objetivo Histórico: la Independencia.

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