Un adelanto de las elecciones generales en Italia, prevista para 2012, no es opción del gobierno para salir de la crisis económica, expresó el primer ministro, Silvio Berlusconi.
Según la agencia Prensa Latina, el riesgo de colapso financiero de ese país por la deuda pública que tiene tampoco será medida de presión para adelantar las elecciones.
“No se ha hablado absolutamente nada sobre las elecciones, el Gobierno trabajará sin pausa”, aclaró Berlusconi en una rueda de prensa para disipar las dudas de una eventual salida repentina del ejecutivo antes de 2013.
Puntualizó que el tema electoral nunca fue considerado alternativa para solucionar los problemas económicos de Italia, con la segunda mayor deuda pública estimada en 120% del Producto Interno Bruto (PIB), tras Grecia.
Reseñaron medios locales que luego de dos días de su comparecencia ante las cámaras del parlamento para hablar sobre el estado de la economía italiana, Berlusconi prometió que adoptará un paquete de austeridad para garantizar un equilibro fiscal en 2013, y no un año después.
La oposición criticó duramente los dos discursos del mandatario por la falta de nuevas y convincentes propuestas, además de no aceptar reproches a la gestión gubernamental.
Italia tiene un problema político, el cual, si no se resuelve, consumirá cualquier sacrificio que hagan los italianos, afirmó el líder del opositor Partido Democrático, Pier Luigi Bersani.
Para la secretaria general de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), Susanna Camusso, resultará imposible un pacto social con este Gobierno y con ese presupuesto de austeridad.